La búsqueda de víctimas del sismo de 5,1 grados ocurrido a las 14:57 del pasado martes se reanudó alrededor de las 05:00 de ayer en la zona de Catequilla, en la parroquia Pomasqui.

Tres horas después, los trabajos permitieron hallar el cuerpo de José Manuel Collahuazo, el segundo de los obreros contratados por la empresa china Sinohydro y quien falleció en el deslave sucedido en la zona tras el movimiento telúrico.

José era albañil y trabajaba en la construcción del puente sobre el río Monjas, que forma parte del proyecto municipal para extender la avenida Simón Bolívar entre el barrio Carapungo y el área de la Mitad del Mundo.

En el lugar del percance se había realizado una perforación de 8 metros de profundidad, en donde se acumuló agua, formándose una especie de piscina. Según relatos de colegas del trabajador, José Manuel cayó dentro de esa fosa a consecuencia del temblor.

18 horas después, su cadáver fue encontrado. Algunos de sus familiares se quejaron por lo que consideraron lentitud en el rescate del cuerpo. “Los policías no nos dejaron bajar para ayudar en la búsqueda. Se demoraron mucho. Si nos hubieran dejado lo habríamos encontrado rápido”, protestó consternada Rosa Collahuazo, una de sus hermanas.

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José se sumó así a la lista de 2 fallecidos confirmados oficialmente a consecuencia del sismo, en total son 3 hasta el cierre de la edición. Otro es el niño William Ch, y el tercero, Sergio Olvera, encontrado en la zona del derrumbe la misma tarde del martes.

Mientras tanto, otro obrero al que se tenía registrado como desaparecido, fue hallado con vida. Esto fue confirmado durante la rueda de prensa realizada alrededor del mediodía por las autoridades nacionales y locales en las instalaciones del ECU-911.

Allí, el vicepresidente de la República Jorge Glas hizo referencia a que los trabajos de la contratista de origen chino no cumplirían con todas las normas de seguridad industrial requeridas en estos casos.

Como ejemplo, Glas mencionó que en situaciones como las actuales se requieren listas actualizadas y oportunas de trabajadores para conocer a quiénes se debe buscar.

Por ello, llamó a la Fiscalía a realizar una investigación. Dijo también que conversó con el alcalde Mauricio Rodas sobre la necesidad de fortalecer la fiscalización de ese tipo de obras.

Por otro lado, el burgomaestre señaló que de las 57 personas que hasta la noche del martes se encontraban en albergues del Estado, solo 9 permanecían en el ubicado en Carapungo. Los demás fueron reubicados en casas de familiares.

Daños estructurales

Varias edificaciones de la parroquia Calderón fueron afectadas por el temblor. Según información preliminar, serían más de 50 inmuebles.

Una de las estructuras en las que se nota mayor daño es la iglesia del lugar, pues parte de una de sus torres se derrumbó.

En los patios exteriores del templo, que tiene más de 100 años, la mañana de ayer se mantenían pedazos de ladrillo, tejas y otros materiales de construcción.

Las autoridades realizan inspecciones en esa y otras parroquias para constatar posibles daños. Algo así ocurre en la zona de Catequilla, donde funcionarios del Cabildo y del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi) recorren la zona en busca de afectaciones.

Mientras, el Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP) anunció el inicio de un plan de contingencia para evaluar la situación de los bienes patrimoniales de la ciudad.

María fue el último familiar que vio a José

“Hasta luego, ñañita, que Dios te acompañe” fueron las últimas palabras que recuerda María Collahuazo, hermana de José Manuel, fallecido a causa del deslave ocurrido la tarde del martes en la zona de Catequilla.
José es la segunda de las víctimas encontradas en el área, afectada por el movimiento telúrico.

María recordó este miércoles que su hermano, quien tenía 51 años, salió la víspera a las 06:00 como hacía todos los días desde su vivienda ubicada en el sector de Rumicucho, en la parroquia San Antonio de Pichincha.

“Murió por irse a trabajar, porque solo se la pasaba trabajando”, contó la mujer.

El fallecido era el último de 4 hermanos y dejó en la orfandad a 3 hijos.

Rosa María, otra hermana del fallecido, lo describió también como muy responsable y un buen padre.