El Panecillo deslumbra con el nacimiento más grande de Sudamérica
Con un espectáculo de luces, fuegos artificiales y villancicos, cada noche El Panecillo alumbra a la capital con el pesebre más grande de Latinoamérica que durante diez años se ha convertido en el símbolo navideño de los quiteños.
El nacimiento no fue instalado el año anterior y en su lugar se proyectaron luces láser que iluminaban a la Virgen de El Panecillo, pero por la lluvia y la constante neblina no se la podía observar. Lo que generó que la muestra vuelva como una tradición.
A diario, en las noches, cientos de personas se dan cita en la cima para ver iluminadas las principales figuras del Belén: la Virgen María, José, el Niño Jesús, los Reyes Magos, el burro y el buey. Hay un total de 6.500 luces.
Cientos de quiteños y visitantes esperan las noches para observar El Panecillo iluminado, como es el caso de Diego Endara, quien vive 40 años en el barrio San Juan, desde ahí tiene una vista privilegiada de la ciudad en las noches. Él comentó que las luces dan vida a esta época ya que alegran a la ciudadanía.
Los personajes de la sagrada familia miden 30 metros de alto y se los puede apreciar desde casi cualquier punto de la urbe.
Desde varios lugares de la ciudad llegan los villancicos hasta El Panecillo para amenizar el rezo de la novena, que está vez estuvo a cargo de la Administración Zonal Tumbaco, con los artistas de Sinamune y Norma Navarro.
Para Carmen Terán, el pesebre gigante es la mejor manera de rendir homenaje al nacimiento de Jesús. “La iluminación atrae a los turistas que pueden ver a la ciudad alumbrada”, indica.
El intenso frío de las noches no detiene a quienes suben para tomarse fotos con el fondo de la ciudad iluminada en todo su esplendor.
Jaime Tuquerez, quien tiene su puesto de artesanías en el sector, dice que la época navideña es buena porque se vende hasta pasada la medianoche, ya que las personas salen de sus casas a pasear por la buena iluminación y tranquilidad que reina por el sector.
Otro sitio es el bulevar de las Naciones Unidas, al norte de la ciudad, donde hay más de 100.000 luces leds navideñas y reflectores. También se ubicaron 30 arcos, de tres metros de alto, y como atractivo principal hay una estrella.
Este sector se ha convertido en un sitio para caminar en familia. Lucía González aseguró que la avenida luce acogedora y brinda mayor seguridad para caminar. La iluminación es desde la avenida de los Shyris hasta la 10 de Agosto.
El alcalde de la ciudad, Augusto Barrera, enfatizó que la idea es devolver el espacio público para que los ciudadanos transiten con tranquilidad.
“Realizamos la iluminación de los espacios que hemos recuperado en Cotocollao, El Panecillo, en Solanda, porque consideramos que la la ciudad es parte del hogar”, expresa.
En las plazas y avenidas en las que están iluminadas, el comercio y el tránsito de personas que circulan hasta altas horas de la noche benefician a los negocios, debido a la recuperación y adecuación de espacios.
Alicia Vizcaíno, dueña de un almacén de ropa en la avenida 25 de Mayo, manifiesta que desde que está iluminada la zona hay mayor seguridad y más ventas.