El Corredor Sur Occidental entrará en operación el próximo 14 de mayo, pero para que la ciudadanía se familiarice con el sistema, durante el fin de semana prestará  servicio gratuito para los moradores del sur de la ciudad. El propósito es que   ellos  “creen su propio itinerario”, anotó Carlos Páez, secretario de Movilidad del Municipio.

Los vehículos partirán desde la parada Quitumbe, en  el sur de Quito,  hacia la estación del Hospital de IESS, en el centro; mientras que     las rutas convencionales se realizarán  a través   de buses alimentadores que se conectarán con la línea central. Es decir, si un alimentador  sale desde La Libertad, en Chillogallo, podrá ingresar  a la vía exclusiva del Corredor y continuar su ruta  normal.

Según Páez, no se ha eliminado ninguna línea de transporte sino,  en algunos barrios,  incrementado el número de unidades  porque no existían o eran  deficientes. “Ningún barrio que tenía bus se va a quedar sin el mismo”, aclaró.    

El sistema de transporte contará con  una línea central en la ruta Quitumbe-IESS, tres líneas  alimentadoras (La Merced, Los Cóndores y Cornejo)  y 21 ramales (rutas actuales). Todo el sistema operará desde las 05:00 hasta las 23:00. Y para mejorar el tiempo de recorrido  se eliminará, desde el próximo  lunes, el contraflujo en la avenida Mariscal Sucre.

Según Carlos   Poveda, gerente del Trolebús, en la actualidad un transporte público recorre ocho  kilómetros por hora y en la vía exclusiva puede llegar a los  16 y  20 kilómetros por hora. También se estima que los  vehículos  particulares incrementen su velocidad de ocho kilómetros  por hora a los 15 km/h.

Páez explicó que la decisión de eliminar el contraflujo beneficiará a  la población que utiliza   transporte público, que en Quito sería más del 80%.   “Pensamos en beneficiar a la mayoría de los habitantes de la capital”, sostuvo.

El Corredor Sur Occidental tendrá una vía exclusiva y dejará los carriles laterales para transporte mixto, es decir, algunas líneas de buses y vehículos particulares. A lo largo de la ruta  se realizará controles al servicio  público para que utilicen  las paradas autorizadas. En el proceso participarán    la Policía Metropolitana  y la Policía Nacional.

Para iniciar  la operación del Corredor, la  Municipalidad llegó a un acuerdo con los transportistas del sector para que sean ellos quienes cubran las líneas alimentadoras.  Las unidades adecuaron  una puerta lateral izquierda para recoger pasajeros en  las estaciones, con una  inversión aproximada de 600 mil dólares. Se prevé que en las siguientes fases se adquiera buses de mayor capacidad como articulados (en aproximadamente  18 meses). 

Actualmente se están realizando pruebas en el Corredor con  el objetivo, según Poveda, de que los conductores conozcan las rutas y  tengan habilidad de estacionarse en las paradas y abrir las puertas izquierdas con facilidad. Además, para que los usuarios conozcan cómo operará el nuevo sistema.    

Dentro de los puntos críticos  que reconocieron los transportistas está el tramo   desde la calle Necochea hasta los túneles,  porque  habrá una sola vía para el transporte mixto.