El Centro Histórico ya huele a saumerio y se llena de los villancicos
Cuando falta una semana para Navidad, el comercio en la capital aumenta. El mayor movimiento se ha observado en el Centro Histórico de la ciudad, almacenes llenos de personas buscando regalos y arreglos navideños, pequeños y grandes caminan por las estrechas calles cargados de dulces, ropa, electrodomésticos y más.
En la esquina de las calles García Moreno y Mejía, María Teresa Espinosa es la propietaria de uno de los almacenes más antiguos del Centro. Hace 20 años inició su negocio, que con el tiempo amplió, ahora ofrece desde juguetes, adornos, perfumes, arreglos y mesas, hasta peinadoras. Ella señala que en estos días las ventas se duplican, piensa que también el pago del décimo en los trabajos facilitó que las personas tengan el poder adquisitivo para estas fechas. Los clientes ingresan, preguntan, comparan precios, calidad y todos salen con algo en las manos.
Margot Rivadeneira y su esposo salieron temprano de su casa para realizar compras, pues prefieren aprovechar las horas de la mañana. Ella destinó la cantidad de 100 dólares para adquirir lo que falta en su casa, arreglos navideños que se rompieron y uno que otro regalo para sus nietos. En los almacenes se encuentran variedad de precios, portavelas desde 0,74 centavos, carteras por seis dólares, faldas por cinco dólares hasta lámparas de 50 dólares.
Al mismo tiempo, el saumerio inunda varias calles del centro, un grupo de jóvenes canta villancicos y anima a las personas en la Plaza de la Independencia, mientras los turistas pasean con calma, los capitalinos caminan presurosos por las calles Bolívar y Benalcázar hasta una bodega de confites.
En la puerta, quienes llegan deben hacer fila, pues por el espacio se permite el ingreso únicamente en grupo. De ahí sale Segundo Salazar, quien gastó alrededor de 300 dólares en caramelos, galletas, chocolates y demás dulces, para el agasajo navideño de 200 niños en una escuela ubicada en Sigchos, provincia de Cotopaxi.
Una cuadra más arriba está la Plaza San Francisco, en la que se desarrolla la feria denominada “Navidad hecha a mano”, que ha congregado a 250 productores artesanales de 14 provincias del Ecuador, que ofertan sus productos sin intermediarios. Este es el tercer encuentro de productores organizado por el Instituto Nacional de Economía Responsable y Solidaria.
Dulces de la provincia de Esmeraldas, ropa de Otavalo, artesanías, nacimientos elaborados con material reciclado e implementos de uso diario, creados con imaginación, se ofertan a precios módicos, quienes visitaron la plaza se encontraron con artistas nacionales que también ofrecieron un concierto.
Tania Carrión, una de las organizadoras de la feria, explica que la iniciativa se tomó para fortalecer el comercio justo y solidario entre las personas de distintas ciudades y comunidades, a través de espacios alternativos que los ayuden a impulsar sus microempresas.
Patricio Izurieta es una de las personas que accedió a un lugar en la feria, él y su esposa comercializan cofres de madera, masajeadores de cuerpo y cabeza, elaborados en madera con sus propias manos. Caminando por la plaza, un hombre con cabello blanco carga un letrero en el que oferta masajes que curan lesiones y dolores musculares.