Aún recuerda los días que aprendió a preparar emparedados hace 45 años, cuando trabajaba en un micromercado: el sánduche Americano.

Sin titubear, Juan Meneses de 65 años repite la receta: en un molde de pan de 80 centímetros de largo se coloca mantequilla, queso maduro, queso mozzarella, jamón y cuatro o cinco tipos de carnes. Actualmente, Meneses es conocido en la capital por sus sánduches de pernil.

Con su espalda encorvada cuenta que este es el  producto estrella de su delicatessen, ubicado en el Centro Histórico de Quito. Además de la calidad de cada ingrediente, la razón por la que su producto es famoso es por la salsa tártara de la casa. Meneses la prepara con yogur blanco, crema de leche y vegetales.

Además, la lechuga, el tomate y la cebolla que usa son orgánicos. Dice que se preocupa por la salud de sus clientes y que por esa razón siempre vuelven.

Meneses inició su negocio en 1981. Al principio era un micromercado y vendía sánduches de mortadela. Pero la acogida fue tan grande que el micromercado pasó a segundo lugar e instaló una cafetería en 1990, ampliando las opciones de sus bocadillos.

Los quiteños repiten que los 11 tipos de emparedados que don Juan vende alcanzan para cualquier tipo de bolsillo y son para diversos gustos. “Nuestro servicio es familiar. Los clientes se sienten bien al compartir en nuestro local”, comenta el comerciante, quien agrega que tiene clientes incluso de otras provincias.

Para Juan Meneses, luchar en familia y usar productos de calidad son la base de su éxito. (I)