Buses interprovinciales serán revisados en Quito
El próximo mes iniciará en la capital el proceso de revisión vehicular de las unidades de transporte público. La diferencia con el año anterior es que a partir de este mes, la medida rige también para las unidades que dan servicio interprovincial.
Según datos oficiales, los miembros de la Policía de Tránsito hacían una breve revisión a alrededor de 1.200 vehículos, que llegan a la capital, en las terminales de Carcelén y Quitumbe al norte y sur, respectivamente.
Los transportes no se sometían a un chequeo mecánico en Quito, sino solo a una revisión superficial del estado de llantas, sistema de luces, neblineros y plumas; además, de la matrícula, licencia y SOAT vigentes como requisitos obligatorios. Desde este año serán sometidos a un examen minucioso para establecer el estado del motor, frenos y el control de la emisión de gases.
Una vez a la semana el comerciante Segundo Soliz, de 35 años, viaja a Ibarra en una unidad interprovincial. Él, en más de una ocasión, no viajó porque el bus no le daba garantías.
De acuerdo a su experiencia, los inconvenientes más comunes en un viaje de más de cuatro horas están relacionados con fallas mecánicas, por lo que prefiere pagar 1,5 dólares más y viajar en una cooperativa que no se detenga a cada momento.
César Chicaiza es taxista y fue uno de los transportistas que apoya la disposición de control que cuenta con el respaldo de la Agencia Nacional de Tránsito. Dice que con esta medida habrá mayor seguridad y garantías en los buses.
Segundo Camacho, uno de los policías asignados para controlar en el terminal de Carcelén, señaló que la principal falla por la que los vehículos son impedidos de salir de la terminal es tener una o varias llantas lisas, pero que con el chequeo mecánico de un centro especializado habrá mayor seguridad.
A las dos terminales a diario llegan un estimado de 1.200 unidades de 87 operadoras, y con 20.000 pasajeros, en 10 minutos se chequea un promedio de 12 unidades.
Varios transportistas consultados manifestaron que la mayoría de los buses son nuevos y que también se someten a una revisión vehicular en sus provincias.
Germán Cabezas, chofer de transportes Lagos afirmó que el año pasado realizó esta gestión por cuenta propia para precautelar la seguridad de los pasajeros que utilizan su vehículo.
Los usuarios son los más satisfechos con los controles. Para Gonzalo Saltos, quien se dirigía a Santo Domingo, “la revisión es positiva porque los transportistas están obligados a mantener en buen estado los buses”, pero resaltó la falta de control de las frecuencias.
Choferes de los buses interprovinciales consideran acertado el control técnico de las unidades, porque así obligan a sus propietarios que hagan un mantenimiento constante. “No hay plata, dele no más, nos dicen los dueños cuando les pedimos que cambien algo a la unidad”, comentó un conductor.
La empresa Metropolitana de Movilidad será la encargada de emitir el documento respectivo para que estos buses presenten en los terminales terrestres al momento de ingresar a la capital.
Los operativos en las dos terminales de Quito continuarán por un tiempo indefinido.
En el Municipio hay la confianza de que esta medida, junto con la venta del nuevo diésel, ayudará a disminuir los niveles de contaminación ambiental.