BiciQ: un transporte saludable
Hace poco más de una semana arrancó el proyecto vial “BiciQ” y en ese tiempo 2.800 personas han llenado la petición de inscripción. De este número 800 han sido verificados y aceptados los datos (lugar de trabajo, vivienda, referencias personales, etc). Al momento se han entregado más de 500 carnés de habilitación del servicio y la bicicleta pública promedió 220 usos diarios, lo cual significa que el 50% que tiene identificaciones al menos usó una vez al día la bicicleta.
Según Jaime López, coordinador del proyecto, de mantenerse la tendencia en el primer trimestre, se contará con 8 a 10 mil peticiones de inscripción.
“Para nosotros ha sido un buen inicio y cumplirá notablemente el objetivo de inducir a la ciudadanía la utilización de un vehículo de transporte alternativo”, dijo.
De a poco, varias personas incluyen el servicio de alquiler BiciQ en su cotidianidad. Carlos Eras, de 27 años, vive en Guamaní, extremo sur de la ciudad, y cuenta que en las mañanas tiene que transportarse al sector del estadio Olímpico Atahualpa, en la avenida Naciones Unidas donde trabaja como ejecutivo de cuentas en una entidad bancaria. Él toma el bus en la Panamericana Sur hasta la avenida Patria en el centro norte de Quito.
De ahí, en lugar de tomar bus o taxi, prefiere la BiciQ y llega en menos tiempo que el acostumbrado. “En bus a las Naciones Unidas me hacía unos 15 o 20 minutos en ‘bici’ hago 10 minutos y, además, llego más despierto y despreocupado”, comentó.
Este modo de transportarse, según Belén Cuesta, directora de la fundación Ciclópolis, que tiene 14 años de gestión -9 de ellos a cargo del Ciclopaseo de Quito-, se la conoce como “intermodalidad”.
“La intermodalidad es poder utilizar distintos medios de transporte a lo largo del trayecto en las diferentes actividades cotidianas. Por ejemplo, me embarco en el bus desde el sur de mi casa hasta llegar al Centro Histórico, tomo una BiciQ y me acerco o llego a mi lugar de trabajo”, señaló Cuesta, quien agregó que el proyecto puede consolidar en mediano y largo plazo una real alternativa de movilidad.
“Las ventajas que tiene utilizar ‘bici’ son muchas, como eliminar la congestión vehicular en el distrito, así como disminuir la emisión de gases. En las ciudades donde se fomenta el uso de la ‘bici’ pública se ha demostrado que hay menos personas con obesidad, enfermedades cardiovasculares o colesterol elevado y el estrés del trabajo se va a través de la actividad física”, indicó.
Según la fundación Ciclópolis, durante la semana entre 800 y 1.000 personas se movilizan en bicicleta por las calles de Quito. “En el Ciclopaseo de los domingos, por lo menos 50.000 personas acuden a las vías en ‘bici’. Esto es un termómetro de cuántas personas podrían ocupar las calles, entre semana en bicicleta, esto siempre y cuando existiera una mejor planificación de la movilidad en Quito”, expresó Cuesta.
Según un estudio de movilidad, el 13% de la población de Quito camina para hacer sus trámites a diario. Uno de ellos es Javier Valverde, de 37 años, ingeniero en sistemas, que optó por utilizar la bicicleta pública por parecerle un sistema interesante de movilidad en trayectos cortos. Valverde aprovechó una de las soleadas tardes de la capital, dejó su auto estacionado en su trabajo (calle La Pradera) y se subió a la BiciQ para realizar un trámite cerca del parque La Carolina.
“Los beneficios que se obtienen son varios: mejoras tu salud, te transportas más rápido y no necesitas tu propia bicicleta, acá te dan una y eso facilita mucho la movilidad”, manifestó Valverde.
Para Galo Cárdenas, representante de Biciacción, la BiciQ es una muy buena opción de movilidad porque soluciona los desplazamientos en trayectos cortos menores a 5 km.
“Esto soluciona el problema que tienen para irse al almuerzo, para asistir a reuniones o realizar algún trámite en esta zona, dando una opción a tomar un bus, taxi o utilizando el carro privado, pero la BiciQ, además, cumple algo muy importante, que es enviar un fuerte mensaje de que en quito la bicicleta sí es una opción válida de transporte y que su uso no es marginal sino que puede convertirse en algo masivo”, señaló Cárdenas.
Sin embargo, el proyecto al recién iniciar debe enfrentar algunos problemas que confrontará con el tiempo, como la sustentabilidad del proyecto. Por ejemplo, Fernando Castillo, propietario de un “cyber”, cree que el proyecto no durará más de tres meses. “La gente es novelera y pasará la noticia de las ‘bicis’ públicas; además, muchos son destructores. En tres meses las ‘bicis’ ya no servirán”, opinó.
Ante esto, Cárdenas agregó que esto dependerá del compromiso de las autoridades y de que la ciudadanía vea esto como una opción viable. “Para aquello las autoridades deben implementar un sistema de ciclovías adecuado, además de algo muy importante que es pacificar las ciudades implementando fuertes controles de velocidad y diseñando la infraestructura de la urbe pensando siempre en ciclistas y peatones”, indicó.
Por el momento, varias personas están informándose del proyecto en los 21 puntos de alquiler de bicicletas y hay quien señaló que el plan también debería implementarse en el sur de la ciudad. Milton Lara habitante de esta parte de Quito, dijo: “Vivo en la Biloxi y en el sur no existen ciclorrutas. Este sistema de alquiler de bicicletas puede ser una buena opción en la Mariscal Sucre, por ejemplo”.
Ante ello el coordinador del proyecto, Jaime López, explicó que, con el tiempo, el programa será ampliado: “El próximo año se trabajará en la implementación de la bicicleta pública en el sur, pero esto implica varias acciones. No se trata solamente de poner estaciones; esto incluye toda una infraestructura derivada de la ciclovía, de seguridad, vialidad, entre otras cosas”.
Por el momento, López ve como positivo el proceso que ha tenido la iniciativa, e indicó que están evaluando los puntos de mayor demanda, así como los de menor densidad. “La estación que menos prestaciones ha tenido es la del colegio militar Eloy Alfaro (Av. E. Alfaro y Av. Amazonas). Esta solo tiene 4 o 5 transacciones al día, el resto mantiene un promedio de 10 diarios”. No obstante, las estaciones, al ser portátiles, se las puede reubicar y anotó que hay llamadas de los vecinos de la Av. González Suárez y de la Plaza Artigas, que desean una estación allí y es posible una reubicación.
La funcionaria hizo el pedido a la ciudadanía para que alerte llamando al 1800-MOVILIDAD por robo o maltrato de alguna BiciQ si se encuentra fuera del perímetro.