Autos parados causan caos en la circulación en sector San Gabriel
Quienes van a pasar en auto o a pie por la calle Rumipamba, entre la Atahualpa y América, sector San Gabriel, al norte de Quito, están conscientes de que tienen que enfrentar inconvenientes.
Esto debido a que de un par de años acá, el sitio, a pesar de que es corto (cuatro cuadras) se ha convertido en intransitable por la cantidad de vehículos estacionados a los dos lados de la calle de doble vía, a lo que se suman las ventas ambulantes que ocupan las aceras.
Rocío Quisalema vende aretes, moños y cosméticos en una mesa instalada en la esquina de la calle Bourgeois. Ella afirma que su trabajo no perjudica a nadie, pero no toma en cuenta que está ubicada en espacio público por donde deben transitar los peatones.
Son cerca de 3.000 estudiantes de las universidades Técnica Equinoccial (UTE) y Cristiana Latinoamericana (UCL) los que pasan a diario por este lugar, a los que se suman quienes acuden a los bancos, clínicas y locales de la zona.
Carolina Yanchapaxi señaló que los vehículos se estacionan en los alrededores y laterales de la calle Rumipamba por la falta de estacionamiento público.
“En el día se hace intransitable, debido a que se convierte en parqueadero con los vehículos y las busetas que trasladan a los estudiantes, así el acceso peatonal tiene inconvenientes”, manifestó.
Los dueños de los negocios llenan de publicidad los exteriores de sus locales, lo que causa que las calles luzcan más llenas y haya contaminación visual.
Con indignación la estudiante Michell Bonilla indicó que “los bares se convierten en cantinas y eso deberían quitar porque daña el aspecto de los alrededores de las universidades”.
Los moradores se quejan por la incomodidad que existe para ingresar a sus casas. “En los alrededores hay mucha congestión”, dijo una de las personas .
Están de acuerdo que se ganen el sustento diario, piden que no se les quite el derecho al trabajo en el lugar, sino que se los reubique y que mejoren las condiciones para transitar en la zona.
“Los dueños de los negocios deben ser conscientes de que ellos no son dueños del espacio público, y de una manera u otra deben colaborar”, aseveró Carmen Picuasí.
La moradora Rita Benavides afirmó que los negocios de comida sirven para que los estudiantes se alimenten, pero está de acuerdo con que se eliminen los bares.
Los costados de las aceras son estacionamientos, pero en este lugar no existe el sistema de zona azul, por lo que los vehículos permanecen estacionados todo el día.
“Somos extranjeros en nuestro propia barrio: los autos se apropian de los espacios públicos, no hay que olvidar que las calles son sitios de tránsito de personas, pero ahora es un estímulo para que la gente permanezca aislada en su casa. Queremos que las calles vuelvan a ser lugares de encuentro y no solo lugares de paso”, sostuvo otro vecino del lugar.
El resguardo policial es constante durante el día para evitar actos delictivos, pero nada se hace respecto a la toma de la vía pública por parte de los autos estacionados y las ventas informales. Los habitantes del lugar se quejan, piden apoyo a las autoridades correspondientes y esperan una respuesta favorable.