Al patrimonio de la ciudad se sumaron las quebradas
Las quebradas de la ciudad fueron declaradas Patrimonio Natural de Quito por la importancia en el convivir de los quiteños, por lo que serán regeneradas con el apoyo de la comunidad.
La primera quebrada regenerada fue la Ortega, hace 10 años, ubicada en Quitumbe (sur de la ciudad) por iniciativa de la fundación Solidaridad. Los moradores de la zona recogieron la basura arrojada por varios años al afluente y con pico y pala limpiaron la maleza.
Mediante mingas, también abrieron un sendero para convertir los alrededores en un parque, donde actualmente acuden las familias para hacer deporte y caminar.
La concejala Luisa Maldonado, quien vive en Quitumbe, fue una de las colaboradoras en los trabajos de limpieza, que tomaron ocho años. En las migas cada persona aportó con mano de obra y plantas para reforestar la zona.
Con las migas se logró descontaminar el agua, retirando los desechos y mediante la construcción de interceptores sanitarios que separen las aguas lluvias de las servidas. Como parte de la regeneración urbana del sector, que comprende una hectárea de áreas verdes, se sembraron árboles para contribuir al ambiente y mejorar el paisaje.
También se colocó juegos infantiles, se destinó áreas deportivas, una ciclovía, piletas y canales de agua, plazoletas, esculturas urbanas e iluminación para convertirlo en un espacio familiar.
Después de declarar a las quebradas Patrimonio Natural de Quito, el Municipio promoverá este ejemplo de regeneración de quebradas. Hoy se firmarán los contratos para el diseño de dos plantas de tratamiento de aguas residuales que estarán ubicadas en La Ecuatoriana y El Beaterio, en el sur.
El proyecto estará a cargo del Consorcio Lotti & Associati-Acs-Beglar, ganador de la licitación internacional convocada por la Empresa Municipal de Agua Potable (Epmmaps).
Xavier Vidal, director ejecutivo del Programa de Saneamiento Ambiental de la Epmmaps, explicó que las aguas residuales de cada hogar, al momento, desembocan en las quebradas, lo que genera más contaminación e insalubridad. Con las plantas purificadoras se espera mejorar la calidad del agua de las quebradas.
También se construirá una planta de tratamiento de aguas residuales para el norte de la ciudad y un sistema de intercepción de aguas para las parroquias. Ottón Zevallos, gerente general de la Epmmaps, indicó que los estudios tomarán alrededor de dos años.
Los moradores de los sectores aledaños a las quebradas piden que se intervenga. Por ejemplo, entre los barrios Gatazo y Cristo Rey atraviesa una quebrada que en época seca no causa dificultades, pero en invierno el agua se desborda y afecta a las viviendas más cercanas.
Otro problema es la insalubridad que existe en el lugar. La gente arroja basura y eso atrae a las ratas. “No se puede dejar nada de comida afuera porque las ratas se comen”, explicó Luis Ochoa, habitante del barrio Gatazo, quien vive allí más de 15 años.
Municipio invertirá en la purificación del agua
Se construirán colectores que recibirán las aguas residuales para evitar que lleguen a los ríos y quebradas. Así se las conducirá hasta las plantas de tratamiento, las cuales entregarán aguas descontaminadas. Estos colectores estarán ubicados a lo largo de las quebradas.
Desde el sur, las quebradas llevan agua de su cauce y de la lluvia, que al llegar a las plantas de tratamiento serán sedimentadas para luego unirse a los cauces naturales existentes en el norte de la capital.