En cuestión de semanas cerca de 210 mil habitantes de las parroquias rurales  Pifo, Yaruquí, Puembo, Checa, Tababela, El Quinche y Guayllabamba contarán con el servicio de agua potable, luego de que la planta de tratamiento Paluguillo entró a la fase de pruebas.

Con  una inversión de 4,6 millones de dólares la Empresa Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps) ejecutó esta obra, a través de la compañía contratista Consorcio Patricio Rodas y Asociados.

La planta tiene una capacidad de producción de 600 litros por segundo en dos módulos de 300 litros cada uno. También cuenta con un tanque de almacenamiento de 9.000 metros cúbicos, un sistema de bombeo para llenado del tanque de 500 m3 y otro sistema electromecánico para el uso interno de la planta.

“Vamos a mejorar la cantidad y calidad del servicio para esta importante zona de expansión”, indicó el fiscalizador de la obra, Pablo Mantilla. Explicó que Paluguillo está totalmente automatizada de modo que se puede operar de  la misma planta o desde la de Bellavista.

La planta de tratamiento recibirá el agua de las vertientes de Papallacta y de la presa Salve Faccha que se encuentra en las estribaciones de la reserva Cayambe-Coca. Así no serán   desabastecidas las parroquias.

Hasta el momento los moradores se suministran de plantas locales.