Afectados no abandonan la zona
Los moradores del sector Santa Rosa de La Pampa (Pomasqui) permanecen de manera voluntaria en el sector donde el viernes pasado ocurrió un aluvión de agua, lodo y piedras que afectó a 22 viviendas (seis de ellas seriamente).
Los integrantes de las 25 familias damnificadas han manifestado que prefieren hospedarse en casas de sus familiares para estar cerca de sus pertenencias. Esto a pesar de que el Municipio habilitó inmediatamente después de ocurrido el siniestro un albergue temporal ubicado en el sector de la Ofelia.
Laura Tamayo, una de las afectadas, indicó que está viviendo con su hija en el mismo barrio, pues prefiere permanecer allí para resguardar sus cosas, ante el temor de que se repita lo ocurrido la noche del viernes, cuando antisociales se sustrajeron dos computadoras de una de las casas dañadas.
Soledad Benítez, administradora zonal de La Delicia, señaló que ella personalmente conversó con cada una de las familias afectadas para ofrecerles el albergue, pero la respuesta que recibió fue negativa. “Comentaron que no querían salir del lugar, pues decidieron pasar en las casas de sus familiares y vecinos; sin embargo, tenemos activada la ayuda voluntaria en caso de que se lo requiera”, aseguró la funcionaria.
El Cabildo entregará, a quienes no puedan volver a sus casas, 159 dólares por tres meses para alquilerEl Cabildo quiteño entregará, como parte del plan de socorro que posee para atender a los ciudadanos en casos de emergencia, el 50% de una remuneración básica unificada (159 dólares) a las familias cuyas edificaciones no puedan ser rehabilitadas de forma inmediata, para que se ayuden con el pago del alquiler de algún lugar. Esta especie de bono se aplicará por un periodo de tres meses, hasta que la situación de los afectados mejore.
Por ahora, las autoridades evalúan el estado de las estructuras para determinar quiénes se beneficiarán de esta contribución.
Ángel León, presidente de Santa Rosa de La Pampa, confirmó que la mayoría de las familias perjudicadas por el aluvión permanece con sus parientes. “Este es un barrio centenario y varias generaciones de familias viven aquí; por eso los afectados prefirieron quedarse en las casas de sus hermanos, tíos, abuelos, etc.”, aseguró el dirigente. Él, por su parte, prefirió rentar una casa en Pomasqui, a la espera de la ayuda económica anunciada por la Municipalidad.
Así mismo, se continúan atendiendo las necesidades inmediatas de los damnificados. Este martes, por ejemplo, personal de la Zona 9 del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), regresó al área para entregar kits con alimentos no perecibles y de ropa.
Entre tanto, a partir de ayer, la maquinaria empezó a remover el lodo y las piedras del interior de las casas y de los patios. Los propietarios trabajan conjuntamente con el Municipio en esta tarea para agilitarla; muchos ayudan a remover los escombros mediante el uso de palas de su propiedad.
Del mismo modo, la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps) inició ayer la reparación de la tubería que colapsó en la parroquia San Antonio de Pichincha, en una longitud de 14 metros en las calles Monjas y Chaguar, a causa de la misma tormenta del viernes anterior.