Alrededor de 1.500 cucuruchos y unas 200 verónicas participarán hoy en la  procesión de Jesús del Gran Poder, que se realiza desde hace 52 años el Viernes Santos y recorre dos kilómetros por las principales vías del Centro Histórico. La comunidad religiosa espera que este año asistan unas 30.000 personas.

La peregrinación estará acompañada por las imágenes de Jesús del Gran Poder -tallada en palo de balsa y que data del siglo XVII- y las esculturas de la Virgen Dolorosa y la de San Juan. La última está presente en la procesión católica desde hace tres años.

El carácter de la caminata es estrictamente penitencial y quienes participan, vistiendo los trajes morados, buscan renovar su corazón, agradecer a los santos por los favores recibidos y, en algunos casos, se trata de una tradición familiar, explicó el padre Jorge González, encargado del culto de Jesús del Gran Poder.

Los penitentes recibieron charlas durante los cinco sábados de Cuaresma, en las que se explicaron el sentido de los personajes a los que representan. Por ejemplo, los cucuruchos son personas penitentes que anhelan un cambio en su corazón y las verónicas representan a la mujer que acompañó a Jesús en el camino hacia la crucifixión.

Los cucuruchos y las verónicas se reunirán, desde las 06:00 de hoy, en el colegio San Andrés, ubicado tras la iglesia San Francisco, para rezar el rosario y recordar el vía crucis. A las 10:00 saldrán a la puerta del templo para escuchar la sentencia de Viernes Santo y empezar el recorrido a las 12:00. La caminata durará más de tres horas y se estima que los feligreses concluirán el recorrido entre las 15:30 y 16:00.

Según González, el trayecto se hace más largo por la gran cantidad de personas que acompañan a las andas. “La procesión tiene tres grandes grupos aparte de los penitentes. El primero corresponde a las personas que se quedan en la Plaza de San Francisco, otros son los espectadores que se ubican a lo largo de las aceras del recorrido y el tercero, que camina con los penitentes, participa en los cánticos y reza el vía crucis”, explicó el clérigo.

Washington Moreno, desde hace 25 años, participa como cucurucho. Recordó que se vinculó a la caminata porque le “impactó” el desarrollo del vía crucis que se realiza en el trayecto. “Desde ahí tuve que averiguar cómo poder participar el próximo año”.

Este acto penitencial, a criterio de Moreno, ayuda a que los participantes “se liberen de las cadenas que arrastran a lo largo de la vida”. Comentó que el 60% de las personas que participa en la procesión vuelve todos los años.

Unos 50 voluntarios de la iglesia estarán en la procesión y ayudarán a los penitentes. Además, se han destinado 500 uniformados de la Policía Nacional,   miembros de la Policía Metropolitana y personal de la Secretaría de Movilidad apoyarán en el operativo de tránsito en la zona.

El año pasado colaboraron, aproximadamente, 1.500 personas de varias instituciones, como la Cruz Roja, Defensa Civil, Empresa Metropolitana de Agua Potable (Emaps), Empresa Pública Aseo (Emaseo), entre otras.