Velocidad o resistencia para comprender la COVID-19
Basta con sintonizar los noticieros nacionales o leer los encabezados para afrontar la realidad que no estamos cerca de ganar la carrera contra el indolente SARS-CoV-2. Al inicio de esta pandemia, los países aplicaron políticas para rápidamente suprimir la progresión del virus, es decir, apostamos a la velocidad. Lamentablemente, perdimos y ahora más que nunca, parecería ser que la clave para nuestro triunfo está en la resistencia.
Los médicos, investigadores, comunicadores y políticos debemos realizar un "mea culpa" por no haber sabido transmitir la información para comprender a la COVID-19. En mi opinión, la pretensión de parar la transmisión con velocidad se debe, en cierto grado, a la desinformación circulante y a la falta de comunicación científica, veraz y de fácil comprensión. Así que, para analizar la situación actual de la pandemia, utilizaré analogías con el fin de contribuir con mensajes que queden "claros como el agua".
Imaginemos que deseamos cocinar algo nuevo, para ello deberán participar múltiples factores como: los ingredientes, utensilios, temperatura, etc., y dependerá del equilibrio y armonía que tuvieron estos durante el proceso. El resultado final, un suculento almuerzo. De manera muy similar, podemos considerar al manejo de esta pandemia. No se basa en un solo factor, así como al cocinar no necesito solamente agua. El manejo de una pandemia necesita la contribución de múltiples sectores como salud, economía, sociedad, educación, etc. No podemos dejar que uno perezca en beneficio del otro, así como no podemos colocar solamente sal y nada más en nuestra receta.
¿De qué depende los factores a considerar? El sentido común nos dicta que depende del país y sus necesidades. El querer comparar a un país latinoamericano, con uno europeo u otro norteamericano, sería como querer aprender a cocinar pollo leyendo una receta de costillas. Lo que debemos rescatar de las políticas extranjeras son las prácticas de buen manejo como el distanciamiento social, el uso de mascarilla, la aplicación de pruebas diagnósticas y las mejores actuaciones de la sociedad.
Finalmente, aún no sabemos TODO de esta nueva enfermedad. Estamos tratando de cocinar con tan solo una fracción de la receta. Al no conocerla a ciencia cierta es una irresponsabilidad asegurar que "no vendrá una nueva ola o que de seguro será menos intensa que la anterior" y que "ya tenemos inmunidad de rebaño". Así como sabemos que aventurarnos a cocinar con una receta incompleta terminará en desastre, disminuir las medidas de prevención y creer que la pandemia esta vencida es un ilógico y traerá consecuencias desafortunadas. (O)