Luego del pronunciamiento de la OEA, Evo Morales convocó a elecciones, pero fue rechazado por la oposición porque no lo querían como competidor. La gente que sufraga se asusta ante el fascismo que es lo que hoy se vive en Bolivia.

La presión para la salida de Morales fue fuertísima porque son 14 años que desgasta un gobierno. Aunque eso solo tiene relevancia el los pueblos latinos y porque es un gobierno progresista, en países europeos como Alemania Angela Merkel tiene 14 años en el poder y nadie dice que es una dictadura.

También lo causó las dudas por el pequeño margen con el que ganan las elecciones, ya que su apoyo más grande es en el área rural donde existe el gran cambio social. Por otra parte, lo único que tiene sentido fue la burla a la constitucionalidad  que representó su reelección, rechazada antes en el referéndum.

En cuanto al manejo de la información para no decir que es golpe de Estado, cuando lo es en todas sus letras, pertenece al Modelo de Propaganda propuesto por Chomsky y Herman de 1988. El mismo, determina las víctimas dignas e indignas dentro de los medios de comunicación.

Es decir, mientras que cualquier víctima de la resistencia de Evo sale a la luz se oculta la violencia de parte de los que ahora gobiernan. La fuerza lógica de los medios se fija en un cierto tipo de información e ignora otra que dice que los seguidores y funcionarios de Morales son perseguidos, linchados y asediados.

Es una auténtica locura. La gente viraliza y celebra como un triunfo, un video donde se ve cómo ingresan y destruyen la casa de la familia de Morales. Además se ve que la construcción es bastante normal, para lo que se espera de un líder de 14 años seguidos.

“El poder que se obstenta (el opositor) es tal, que podemos bailarnos en el Estado de derecho, entrar en el patrimonio del presidente destruir su casa y no pasa nada”.

La policía, tendría que resguardar sus bienes así como la de cualquier otro ciudadano. Esperemos que no se llegue a estancias mayores, pero el panorama se parece mucho a la muerte de Muamar el Gadafi, el depuesto líder de Libia, quien murió en manos opositoras. (O)