El exministro de gobierno de Jamil Mahuad, Vladimiro Álvarez, fue presentado como testigo por la petrolera Chevron en el juicio Rico que emprende la petrolera en Nueva York contra unos 60 amazónicos afectados por la contaminación y sus abogados, acusados de criminales que quieren enriquecerse a costas de la empresa.

No obstante, Álvarez fue expuesto como experto en el tema, pero en el turno de la defensa, Zoe Littlepage (defensora de Steven Dozinger, abogado estadounidense de los 30 mil afectados amazónicos), obtuvo su declaración donde precisó que no había realizado algún estudio científico que haya formado las bases de sus opiniones como experto en la materia, según se publica en una nota de la agencia de noticias Andes.

De hecho, Álvarez presentó su testimonio escrito con 200 referencias, pero sus fuentes son artículos de prensa. Lo que profesionalmente fue cuestionado por la abogada de la defensa.

Álvarez fue cuestionado sobre su honorarios provenientes del caso Chevron a lo que narró que fue contratado por la firma Gibson Dunn & Crutcher y que el honorario no fue por opinión, sino por hora de trabajo invertida.  Sus honorarios ascienden a 150.000 dólares y todavía tienen una deuda pendiente de alrededor de 25.000 dólares

Aquello pagan por su colaboración a Álvarez, quien contrdictoriamente dice no conocer nada sobre el caso Lago Agrio, ni conocer a los jueces, más allá de los que se ha hecho público en la prensa.

Álvarez fue parte del gobierno  de Mahuad que signó un acta de finiquito por labores de remediación de la petrolera que contaminó afluentes de la Amazonía con el vertido de al menos 800.000 millones de galones de aguas tóxicas y el filtrado de aguas de formación y crudo en piscinas que no tuvieron membranas de contención.