El código monetario figura entre los próximos proyectos a debatir y aprobar
“Vamos a marcar las reglas para la banca privada”
Gabriela Rivadeneira cumple hoy un año al frente de la Asamblea Nacional y de una mayoría parlamentaria inédita. La primera ley aprobada fue la de Comunicación, una postergada demanda de la Constitución de Montecristi, y luego el Código Integral Penal. Al mismo tiempo, bajo su auspicio se ha presentado un proyecto de reformas a la Ley de la Función Legislativa para corregir algunas fallas y afirmar la tarea fiscalizadora de este poder del Estado.
Aquí expone una reflexión del año de su ejercicio y la proyección para su segunda etapa.
Políticamente, ¿qué es la Asamblea ahora?, ¿cómo evalúa el momento político?
Sin duda, desde Montecristi hubo un cambio radical del Poder Legislativo. Lo que se ha logrado en estos años en la Asamblea Nacional es una mayor democratización de la representación. Ahora somos muchísimos más los actores políticos que hemos llegado a legisladores, que venimos desde organizaciones y movimientos sociales. Lo que antes no se podía pensar, ni concebir dentro de una sociedad como la nuestra, es que llegue alguien de alguna organización o sea representante de pueblos y nacionalidades, que el 23% sea menor de 35 años, que el 40% sean mujeres. Para mí, lo que hemos ganado es eso, una mayor democratización, una amplitud definitiva de los espacios de participación de diálogo.
¿Hay más participación?
La Asamblea Nacional ha abierto sus puertas a cualquier cantidad de ciudadanos. Son miles los que han venido a comisiones generales del pleno de la Asamblea; se ha propiciado muchísimo la participación de los asambleístas en territorio. Antes aquellos asambleístas que salían de su provincia, que habían sido electos y salían a la capital, se invisibilizaban totalmente en su provincia y con eso se cortaba realmente un canal de doble vía o ese cordón umbilical que los actores políticos tenemos con nuestros territorios. Ahora la presencia de ellos se ha potenciado y con eso se potencia la imagen de la Asamblea Nacional.
“Para nosotros, lo fundamental son los ciudadanos y cómo vamos trabajando con ellos”.
Entonces, ahora es una Asamblea mucho más cercana, que escucha, que hace una autocrítica permanente también, que de manera permanente busca metodologías apropiadas para consolidar el poder popular dentro de la Revolución Ciudadana.
¿Cómo se construye poder popular desde la Asamblea Nacional?
En la toma de decisiones, eso es lo que tenemos que alcanzar. No solamente es el ciudadano que participa y se sienta en una silla, es el ciudadano que se informa, que conoce, que debate, que aporta y que toma decisiones. Estamos en ese transcurso, no es que eso esté siendo ya practicado, sino a futuro. Estamos formando justamente ciudadanos que estén en la capacidad de tomar decisiones de la mano con quienes agilitamos y viabilizamos este proyecto de transformación, que en este caso y coyunturalmente somos nosotros.
Pero en esa toma de decisiones la oposición se queja de que sus proyectos no tienen viabilidad...
Falta mucho por avanzar en los espacios de madurez política. Es decir, no es más efectivo o mejor el asambleísta que presenta más proyectos. Nosotros tenemos un montón de proyectos en fila de archivo, porque son proyectos que realmente los presentamos no muy pensados, como una iniciativa muy particular sin que represente al colectivo ni a políticas que el país está viviendo actualmente y hay otras propuestas que también se las está canalizando. Por ejemplo, el Consejo de Administración Legislativa calificó ya una propuesta de Mae Montaño. Ahora mismo sobre el tema de las reformas al Código de la Niñez hemos debatido un proyecto de María Cristina Kronfle. Es un tema que nosotros hemos accedido porque este es un espacio en el que se representa toda esa gama de colores, de sentimientos, de aspiraciones, de tendencias.
¿Pero la marca es de la Revolución Ciudadana y el Movimiento PAIS?
La población ha dado un apoyo mayoritario. Gracias a eso hoy tenemos más de 100 asambleístas y eso tiene que servirnos para ser más ágiles para dar respuestas más contundentes.
En el espíritu y en la doctrina de la Revolución Ciudadana, ¿hasta dónde se ha avanzado y qué es lo que falta por hacer en este plano legislativo?
En lo que vamos, yo me atrevería a decir que han sido 2 cosas que hemos aprobado y que han marcado una historia dentro del país: la Ley de Comunicación y el Código Orgánico Integral Penal. Obviamente tenemos deudas y nos hemos propuesto pagarlas este año. Deudas que van al cambio de la matriz productiva desde el sector agrario, desde el campesinado. Es una deuda que no podemos permitirnos seguir arrastrando y que tenemos que pagar.
¿Dónde se va a manifestar eso?
Las leyes de Recursos Hídricos, de Tierras, de Comunas y de Biodiversidad son las que tienen que ser canalizadas. La de Recursos Hídricos ha terminado ya su consulta prelegislativa, lo cual es satisfactorio porque se ha llegado a un nivel de madurez de relación entre el Legislativo y las organizaciones sociales.
¿Y el Código Financiero y Monetario?
Ese es otro código que ya tiene que ingresar y que viene desde el Ejecutivo. Obviamente es una serie de acciones y de reformas incluso a leyes vigentes del sistema financiero que le corresponde al Ejecutivo; pero es un tema que ya estamos a la espera.
“No es más efectivo o mejor el asambleísta que presenta más proyectos de leyes o propuestas”.
Tenemos también este año el Código Laboral, que es otra de nuestras deudas. No se puede concebir Revolución Ciudadana sin la participación activa del obrero.
Este proceso legislativo, ¿cuánto tiene de izquierda? Algunos sectores están constantemente calificando de derechización a la Revolución Ciudadana...
Eso puede ser muy subjetivo y entendemos que siempre habrá actores políticos que quieran buscarle algún defecto a este proyecto. Definitivamente Ecuador no ha vivido -ni la región- un proceso tan sólido y tan sostenido como la Revolución Ciudadana. Nuestro deber es mantenerlo.
¿Entonces cómo se reflejan las aspiraciones del Socialismo del Buen Vivir en la tarea legislativa?
Justamente en el tratamiento adecuado. Primero en abrir el espacio de la Asamblea Nacional. Desde ahí ya marcamos una ruptura absoluta entre el sistema neoliberal y la construcción de uno socialista, porque para nosotros lo fundamental es el ciudadano y cómo vamos trabajando con ellos en el mejoramiento de la calidad de vida. Segundo, en el debate de la normativa legal. No es posible que sigamos actuando con normativas que representen aquel sistema capitalista. Ahora estamos generando nuevos cuerpos, pero también arreglando los que existían, como el Código Monetario, en donde vamos a marcar claramente las reglas de juego también para la banca privada.