“La sentencia del caso Sobornos es el primer grito de la independencia judicial”
Alberto Ordóñez es doctor en Jurisprudencia, escritor, poeta y periodista. Hace unas tres semanas lanzó la segunda edición de su novela “Heredarás la Sombra”, basada en el caso de corrupción que llevó al banquillo de los acusados a Rafael Correa, expresidente de la República. Ordóñez, articulista del Diario El Mercurio, de Cuenca, ha escrito 26 libros. Él conversó con El Telégrafo después de que el Tribunal de casación de la Corte Nacional de Justicia ratificara la sentencia a ocho años de prisión para el exmandatario.
Esta tarde el Tribunal casación de la Corte Nacional de Justicia ratificó la sentencia contra Rafael Correa por cohecho agravado en el caso de corrupción Sobornos 2012-2016.
Usted escribió la novela 'Heredarás mi nombre' sobre este caso. ¿Cuál es la relación entre ambos?
Es una novela testimonial sobre el caso. Pero no solo eso, sino de los acontecimientos sobre él. Una novela es una mirada que se adentra en determinados hechos y busca enlaces en las profundidades del espíritu humano. Mi novela no se detiene en investigar las coimas en la realidad, emerge en su centro, abre las puertas y las ventanas, para que todos puedan ver el caso Sobornos en toda su siniestra dimensión.
El expresidente dice que lo quieren inhabilitar para evitar que sea candidato a las próximas elecciones. Usted es jurista y escritor, ¿qué piensa sobre eso?
Es patético, la sentencia dictada es impecable. Se conjugan la más estricta juridicidad, el respeto a la ley y al debido proceso. Es más, los abogados de Rafael Correa nunca han cuestionado la existencia del delito, pues dijeron que las normas y sentencias no están bien aplicadas. Es decir, a confesión de parte, relevo de prueba. Sin embargo, hay un conjunto de elementos, por ejemplo, las versiones de Pamela Martínez, de Laura Terán, de José Conceição Santos, que son coincidentes y concluyentes. Dan a conocer que Correa dirigía y conocía todos los detalles del cohecho agravado. Pero el tema no concluye ahí, existen comprobantes que muestran que el local privado donde Martínez recibía el dinero de las coimas era pagado con dinero público de CELEC. Es decir, con recursos públicos, ¿qué más delito que este? ¡Dineros del erario nacional que pertenecen a los ecuatorianos para pagar el arriendo de una empresa de carácter estrictamente privado, donde se cometía el delito!
En su novela usted dice que el caso de corrupción Sobornos es el más grande en la historia republicana de Ecuador. ¿Por qué?
A lo largo y ancho de mi novela sostengo eso. Inclusive estoy convencido de que la sentencia del caso es el primer grito de la independencia judicial ecuatoriana que se concretó sobre la acusación de la fiscal Diana Salazar, una mujer inteligente y llena de coraje. Ella sentó las bases para que los jueces dictaran la sentencia. La fiscal Salazar los enfrentó a ese crucial momento en el cual hay la opción de decidir entre lo ético o lo contrario. Ellos optaron por lo ético e hicieron justicia, eso es integridad, es la fortaleza que tanta falta le hacía al país. La trascendencia en el hecho es que de aquí para adelante habrá un antes y un después de esa sentencia. Además, la Justicia dejó de ser para los de poncho y por primera vez, con ejemplar coraje, condenó a un expresidente, cuyo cuello y manos no eran blancas.
¿Por qué tuvimos un caso como este en Ecuador?
La banda del correato montó una estructura jurídica y administrativa para delinquir. No podemos olvidar que comenzó con la Constitución de Montecristi que fue lanzada con todos los fuegos artificiales, no solo a Ecuador sino al mundo. Esa Carta Política es presidencialista y permitió a Correa tomarse todos los poderes del Estado, esa fue la base para esa estructura delincuencial. Se modificó el sistema Legislativo y estableció uno nuevo, se eliminó la obligatoriedad de que los contratos contaran con el informe del Contralor y del Procurador General. Eso evitó que la investigación penal tenga un informe de la Contraloría, que dura meses y años, un tiempo suficiente para que los responsables se fuguen del país o se postulen como candidatos.
¿Qué se puede decir a los ciudadanos sobre el caso Sobornos?
Es un caso ejemplar, revela de cuerpo entero hasta donde llegó la capacidad para delinquir, cómo se utilizaron medios institucionales y jurídicos para cometer semejante delito. Esto obliga a que los ecuatorianos piensen en una refundación del país y para eso existe la posibilidad de una Asamblea Constituyente. Esta dicta las nuevas normas que pondrán en orden al país, la ley, la Constitución y establezcan un nuevo marco jurídico, más inteligente y exigente, y que los pesos y contrapesos de las funciones del Estado mantengan el equilibrio para que ninguna esté encima de la otra.
Uno de sus personajes de la novela es un periodista, ¿se inspiró en Fernando Villavicencio o Christian Zurita que revelaron este caso al país?
No he leído lo que escribieron sobre este tema, soy periodista y articulista de diario El Mercurio y combatí el Gobierno de Correa, le critiqué duramente hasta que un día me llegaron unas flores negras de papel. Eso no impidió que continúe con mi misión de denunciar, el periodismo es independencia y crítica que diga la verdad.
¿Tuvo otras amenazas mientras era articulista?
Tuve una llamada telefónica en la cual me dijeron que me cuide. Me advirtieron que si seguía escribiendo en contra de Correa, me iban a matar. También amenazaron a mi familia que me apoyó siempre. La novela sale justo en el momento de la sentencia a Correa. ¿Es una coincidencia? Le combatí hace 10, el conjunto de artículos que escribí los readecue a la novela. (I)