Esta mañana en el Swissôtel, en Quito, se inauguró la II Reunión de Ministros y altas autoridades de Prevención y Lucha contra la corrupción de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).

En esta cita se analizará hasta mañana las mejores prácticas de prevención y lucha contra la corrupción de los países miembros, entre ellas Ley Orgánica de Transparencia y Acceso a la Información Pública (Lotaip) ecuatoriana.

Además se firmará la Declaración de Quito que busca fortalecer los resultados en las acciones de prevención y transparencia en la región.

En el encuentro participó Vinicio Alvarado, secretario nacional de la Administración Pública, además del embajador Galo Galarza, coordinador de la Celac en Ecuador.

Vinicio Alvarado resaltó el trabajo que se realiza a nivel regional para prevenir y combatir la corrupción.

Ernesto Valle, subsecretario General de Transparencia, resaltó que la Lotaip permite al ciudadano ser el primer fiscalizador de los funcionarios públicos. “La lucha contra la corrupción no nace solo del Estado, se necesita apoyo de la colectividad”, insistió el funcionario.

Galo Galarza, coordinador nacional de CELAC en Ecuador, dijo que América Latina y el Caribe "tiene una sola voz en muchas materias". El embajador resaltó la inauguración de la sede de Unasur en el Ecuador.

Esta es la segunda reunión de las altas autoridades. El primer encuentro se realizó el 8 de diciembre de 2013, en Bolivia. En esta primera reunión, los representantes de los 16 países asumieron la importancia de combatir los actos de corrupción de forma rigurosa, sin impedimentos para su investigación, enjuiciamiento y sanción.

Los representantes de los países de la Celac esperan que la Declaratoria de Quito incluya la integración del grupo de trabajo especializado en prevención y lucha contra la corrupción y se propondrá un sistema de evaluación y medición de los países miembros de la Celac en esta materia.

En enero de 2015 se realizará la III Cumbre de la Celac en San José, Costa Rica, en donde Ecuador asumirá la Presidencia pro témpore, lo cual permitirá el fortalecimiento de las relaciones de América Latina y el Caribe para impulsar proyectos entre los países miembros.