“Sentí como un golpe interno, pero no me dolió en ese momento, aunque empecé a sangrar en forma exagerada”, recuerda Álex Méndez Gómez, de 26 años, camarógrafo que en el cumplimiento de su trabajo fue agredido por participantes de la marcha del jueves, en el Centro Histórico de Quito.

Luego un grupo de protestantes intentaron robarle la cámara del canal en donde trabaja desde hace un año y medio (CN PLUS), pero abrazó fuertemente el aparato y evitó aquello.

A las 18:30, empapado de sangre y aturdido por el golpe, Álex fue evacuado del lugar y conducido a la clínica colonial, en donde le cogieron 8 puntos en la herida que registró en la nariz, a consecuencia del impacto de una piedra.

La noche del jueves, no pudo dormir debido a los intensos dolores, por lo que junto a su padre (Elías Méndez), quien también es camarógrafo de televisión, acudió hasta el Instituto de Radiología ubicado en el norte de Quito, en donde tras realizarle varias radiografías el médico Guillermo Álvarez determinó que había que someterlo a una cirugía, ya que tenía una fractura en el tabique. Estaba previsto que la tarde de ayer sería operado.

En la misma Plaza Chica, el periodista de Radio Pública, Juan Esteban Pérez, sufrió ataques por marchantes de la oposición con gas pimienta.

En Guayaquil, en la marcha que se realizó en la avenida 9 de Octubre, los periodistas de Ecuador TV, Abraham Cevallos y Guadalupe Ayoví, fueron agredidos verbalmente.

El primero tuvo que soportar gritos y palabras soeces de manifestantes, visiblemente alcoholizados mientras transmitía en vivo.

A la segunda, simpatizantes de CREO le increparon por supuestamente formar parte del Gobierno Nacional.

Mientras que en El Chasqui, donde un grupo de indígenas cerró la vía Panamericana, la periodista de Ecuavisa, Diana Semanata, resultó asfixiada por los gases lacrimógenos que utilizó la Policía para despejar la vía. (I)

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