En medio de camiones y vehículos de carga pesada en los patios de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), se encuentra Justo Olmedo, quien es director de la carrera para obtener licencia de conducir tipo E. Trabaja ahí hace ocho años.

Él bromea que fue hace poco que sus compañeros se enteraron de que era héroe del Cenepa, cuando en una carrera 5K llegó en pantaloneta y con su prótesis en la pierna izquierda totalmente descubierta.

Al recordar las secuelas del accidente que tuvo en su extremidad, asume que es parte de la preparación que recibió, que la vida sigue y no hay que estancarse con lo que sucede. “Cumplimos con la misión de defender nuestro territorio, ahora me siento agradecido de tener una nueva oportunidad de vida, no soy menos por no tener una pierna”.

Olmedo señala que uno no vive de reconocimientos, ni de ceremonias militares.

Dice que no es partidario de tanto homenaje y que no tiene limitaciones para cumplir con las obligaciones de su trabajo. “Yo soy una persona normal, aquí no es que: ‘Ay pobrecito’, no, se debe cumplir con lo que se asignó y hasta ahora todos los gerentes que han pasado han estado contentos con mi trabajo”.

Sus clases van desde cómo dar protección a personas “importantes”, o cómo evitar secuestros exprés y hasta cómo manejar vehículos de carga pesada. Se preocupa incluso por los estudiantes que bajan sus calificaciones y no desaprovecha la oportunidad para motivarlos a cumplir con sus objetivos.

“Uno aprende a formar su moral y una moral bien fuerte, algunos me dicen que ni parezco militar, pero es que estamos en tiempos de paz, en guerra es otra cosa”, señala entre risas. (I)