HOY SE CLAUSURA EL ENCUENTRO ACADÉMICO EN CIESPAL
Julian Assange criticó la selectividad en los 'Papeles de Panamá'
La investigación los Panamá Papers serían un “mal precedente”, según el criterio del fundador de WikiLeaks, Julian Assange.
El activista australiano, que tuvo que disfrazarse, cambiar su color de ojos y cabello, incluso cojear para no ser arrestado por liberar millones de documentos clasificados de interés público, dio a conocer su decepción ante la filtración del ICIJ durante una videoconferencia en el Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina (Ciespal) en Quito.
“La cabeza del ICIJ en Washington DC usó los papeles de Panamá y nos atacó al decir que WikiLeaks robó periodismo y ellos (ICIJ) lo están recuperando. Ese fue un ataque ideológico directo contra WikiLeaks. Se trata de crear un modelo muy peligroso porque si hay una fuga grande de información solo un 2% será publicado y el resto se mantendrá en secreto”.
Assange explicó a un auditorio con personas de todas las edades y nacionalidades que, en un principio, su organización decidió apoyar la investigación del consorcio pero unas horas luego de publicitarlos “vimos que eran usados para fines políticos, especialmente para que Estados Unidos (EE.UU.) ataque a Rusia”.
Y eso no fue lo más grave -dijo Assange- , sino que el ICIJ iba a publicar el 0,01% del material, lo que es “totalmente inaceptable”. “Pensamos que era algo bueno pero tristemente, una vez que vimos las publicaciones, entendimos que no era solo malo, sino que era un mal precedente”.
El acto de ayer fue presentado por el director de EL TELÉGRAFO, Orlando Pérez, quien destacó la trayectoria de Assange y el pedido de un grupo de la ONU de que debe cumplirse su liberación inmediata.
Capacidad y voluntad
En diciembre de 2006 se lanzó el sitio web de la organización WikiLeaks y desde ese momento se creó un modelo. Las filtraciones más relevantes se dieron en 2010 cuando se publicó en la página un video de 2007 en el que se ve a soldados estadounidenses disparando a Namir Noor-Eldeen, reportero de Reuters, y a 10 personas más.
Ese mismo año, a través de medios como The Guardian, The New York Times y Der Spiegel, se publicaron alrededor de 92 mil documentos sobre la guerra en Afganistán; luego se filtraron más de 300 mil del Pentágono sobre la guerra de Irak, y unos meses más tarde cables del Departamento de Estado de EE.UU. Finalmente en 2012 se publicaron unos 5 millones de correos electrónicos de la agencia de inteligencia privada y espionaje estadounidense Stratfor.
A pesar de la censura gubernamental y los ataques cibernéticos -explicó ayer Assange- la organización ha salido adelante gracias a precauciones que han tomado como encriptar las fuentes y el material, y captar colaboración internacional para poder resistir a la presión de las potencias occidentales.
No obstante, “muy pocas organizaciones han tomado el modelo íntegramente” porque aunque existen organismos que quieren acceder a información clasificada de alta importancia y explotar ese material, “no están publicando francamente y en forma total. El ejemplo actual de eso son los papeles de Panamá”.
Para Assange, el trabajo de las fuentes iniciales fue muy bueno y los 2 periodistas alemanes que lograron acceder a ese material, pero hay que considerar que ICIJ, el cual estructuró la publicación, tiene su base en Washington, lo cual implica un problema cultural. Además su financiamiento proviene de Ford Foundation, Rockefeller Family Fund y Open Society Foundations. Diario EL TELÉGRAFO publicó a mediados de abril pasado que estas fundaciones están vinculadas a los sectores financiero y petrolero, y han sido acusadas de tener vínculos con la CIA.
“No es que no han habido buenos reportajes de los papeles de Panamá pero actualmente la investigación es uno de los ‘leaks’ más pequeños con menos de 200 documentos publicados. Ha habido una selectividad extrema” -reclamó Assange y añadió- que debemos entender que los grandes leaks “no pertenecen a los periodistas, ni siquiera a los que las crearon, son artefactos de la historia humana que nos ayudan a entender cómo funciona nuestra civilización y cómo podemos mejorarla”.
Consideró que su labor está en hacer ese archivo internacional porque si no lo hacen ellos (WikiLeaks), nadie más lo hará por el momento porque “no hay nadie que tenga la voluntad y la capacidad de hacerlo y eso es lo que nosotros hacemos”.
“Las mentiras no tienen una utilidad social”
El fundador de WikiLeaks insistió nuevamente en que la filtración del ICIJ se publique en su totalidad y no se mantenga “escondida y privatizada”. Fue más allá y denunció que los denominados papeles de Panamá están diseñados para atacar el modelo de su organización cuando la califican de irresponsable. Entonces -dijo- la verdadera pregunta sería ¿El ICIJ ante quién es responsable?: “Pienso incluso que alguna de las personas que dirige el ICIJ le gustaría publicar como nosotros pero no pueden hacerlo al ser una organización que recibe ese tipo de financiamiento”.
En ese contexto expresó que también está en desacuerdo en cómo se difundieron las revelaciones del exempleado de la CIA y de la NSA, Edward Snowden, porque -para Assange- no fueron lo suficientemente rápidas y desestabilizadoras. Criticó que “ni una sola persona ha sido enjuiciada y tampoco ha existido un cambio en la ley para castigar estas prácticas en forma significativa”.
El activista australiano consideró que la forma como se hicieron las denuncias de espionaje mundial, de cierto modo, habrían permitido normalizar la práctica de la NSA y al Departamento de Estado de EE.UU.: “Recientemente se presentó un proyecto de ley para legalizar lo que se está haciendo. Nunca podemos esperar que estos grandes poderes se autodisciplinen”.
En esa línea fue enfático al decir que si alguien quiere moldear la historia no puede basarse en pocos documentos o enfrentar un problema tan grande con poca información y peor con mentiras. Para Assange, las mentiras no tienen ninguna utilidad social y por eso hace un llamado a la prensa libre, pero responsable: “La historia debe ser moldeada por todos los que somos parte, ya sea como participantes como víctimas”.
“No se logran cosas importantes sin pagar un precio”
Assange y su organización han sido víctimas de mentiras y de campañas constantes de desprestigio. No obstante, el australiano, desde los 20 años incursionó en el activismo, así que a pesar del gran precio que ha tenido que pagar, considera que ha valido la pena.
¿Por qué escogió Ecuador? Assange dijo que principalmente fue por la rápida reacción que tuvo el Gobierno ante un pedido de asilo, por sus condiciones de vida y porque está en una región que comprende los problemas de EE.UU. y han trabajado para enfrentarlos. En la presentación de la conferencia del australiano, el director de este diario, Orlando Pérez, recordó que Snowden reveló que Assange está en una lista de objetivos de EE.UU. y habría un jurado secreto para inventar un delito por el cual Assange pueda ser procesado. (I)
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Canciller Long habló de caso Assange
Londres "pierde" al no aceptar agenda bilateral
Ecuador presentó su malestar al Reino Unido por el incumplimiento del dictamen del Grupo de Trabajadores de las Naciones Unidas sobre la detención arbitraria contra Julian Assange. Así lo dijo ayer el canciller, Guillaume Long, durante un conversatorio con medios de comunicación.
Expresó que el fallo es vinculante, por lo tanto debe ser acatado. Indicó que la protesta fue manifestada durante la cita que mantuvo con el ministro representante para América Latina de la Cancillería del Reino Unido, Hugo Swire. “El derecho internacional debe respetarse siempre”, afirmó Long, reiterando que el dictamen asevera que la detención de Assange fue arbitraria. El fundador de
WikiLeaks se encuentra refugiado en la embajada de Ecuador en Londres desde 2012. Asimismo, Ecuador propuso la creación de la ‘Agenda Bilateral Positiva’, con la cual se puede trabajar en temas independientes al asilo de Assange, dijo el canciller.
La agenda podría vincular temas de educación, comercio, ente otros, sin embargo, la respuesta de Reino Unido habría sido negativa, condicionando su participación hasta que se resuelva la situación del fundador de WikiLeaks, a lo cual Long sentenció, ante la negativa, “ellos se lo pierden”. (I)
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La obra fue traducida al español
Ignacio Ramonet presenta libro de Assange en Quito
En Quito se presentó el libro de Julian Assange, Cuando Google encontró a Wikileaks, que lo escribió en la embajada de Ecuador en Londres, donde está asilado desde 2012. La obra fue presentada por el sociólogo francés Ignacio Ramonet en Ciespal, la noche del miércoles pasado.
En el libro, publicado hace 2 años y ahora presentado en español, el australiano pretende explicar la función de Google en la actualidad. “Assange dice que quien más nos vigila, quien más referencias tiene de nosotros no es el Estado, sino las empresas privadas que dominan internet, las GAFAM: Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft”, dijo Ramonet.
“Esas empresas tienen sobre cada uno de nosotros una infinidad de datos, porque cada vez que recurrimos a sus servicios, sobre todo a Google, vamos dejando una serie de huellas y acaba por saberlo todo de nosotros. Lo que explica en el libro con muchos detalles es que todo lo que Google sabe de nosotros lo cede al aparato administrativo, de seguridad o militar de los Estados Unidos”, agregó.
La publicación de Assange fue motivada luego de una entrevista del exdirector ejecutivo de Google, Eric Schmidt, para su libro The New Digital Age (La Nueva Era Digital). Assange constató después que sus declaraciones fueron manipuladas.
El encuentro entre Assange y Schmidt se produjo en 2011, cuando el australiano ya estaba privado de su libertad, pero vivía en las afueras de Londres. Schmidt asistió al lugar en compañía de 2 personas que estaban dentro de la esfera de Google y en otros sectores, como el Departamento de Estado. La entrevista duró 6 horas, en las que trataron temas como el nuevo sistema del mundo y lo que está cambiando en él. (I)