Entrevista / Pedro de la Cruz / Indígena de Cotacachi (Imbabura) que Durante 12 años dirigió la Fenocin, fue asambleísta constituyente y actualmente es parlamentario Andino
“El movimiento indígena es una diversidad de organizaciones y procesos”
Tomando como base las importantesconquistas alcanzadas en los últimos años, los pueblos y nacionalidades indígenas decidieron, el 23 de diciembre pasado, apoyar y fortalecer la Revolución Ciudadana.
Para ello formaron la “Alianza Indígena por la Revolución Ciudadana”, compuesta por las bases que han sostenido una lucha de décadas.
Entre ellos está Pedro de la Cruz, dirigente de la Fenocin y parlamentario andino, para quien el proceso de cambio debe continuar y potenciarse con mayor participación del movimiento indígena.
Destaca que con la Alianza Indígena -que a su criterio representa a la verdadera izquierda- buscan profundizar esos cambios.
Cree además que es hora de rechazar la “manipulación” de una “vieja y oportunista dirigencia” como la que actualmente preside la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), pues considera que no representa a un movimiento históricamente diverso y propositivo.
De la Cruz está seguro de que se requiere renovar espacios, formas de participación y aportes programáticos, pero desde lo más genuino y organizado del movimiento indígena: la diversidad de nacionalidades; los jóvenes, mujeres, profesionales y pequeños empresarios indígenas; las comunas rurales y urbanas; las autoridades electas por el pueblo; y los migrantes indígenas.
De ellos se espera que salgan las nuevas aspiraciones para ser trasladadas a una gran convención nacional indígena prevista para 2015, así como a una movilización permanente por la Revolución.
¿Qué hito marca el nacimiento de la denominada Alianza Indígena por la Revolución Ciudadana, por qué es importante para ustedes?
Siempre hemos querido articular las diversas tendencias del movimiento indígena y ahora, con la creación de la Alianza, trabajaremos en fortalecer y profundizar los cambios en el país.
En ello participan miembros de base de la Conaie, de la Federación Ecuatoriana de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin) y de otras entidades como el Consejo de Desarrollo de las Nacionalidades y Pueblos del Ecuador (Codenpe).
La Alianza surgió ante la necesidad de trabajar con las bases, las comunas, las organizaciones de segundo grado. Próximamente se convocará a una convención nacional, en donde se definirá una estrategia de trabajo y la agenda política que debe llevar a cabo.
Creo que los dirigentes actuales de la Conaie están perdidos. En momentos clave nos hemos unido las diferentes organizaciones para demandar y hacer cumplir un mandato que nos han dado las bases, pero ahora ese mandato lo están incumpliendo. Incluso, hay asambleístas que dicen representar a los indígenas pero están votando (en la Legislatura) con la derecha, haciéndole el juego a la derecha.
Pero Jorge Herrera, presidente de la Conaie, dice que están unidos y que han sumado apoyo luego de que el Gobierno, a través del MIES, anunciara que da por terminado el convenio de comodato y que tienen que entregar la propiedad en donde actualmente funciona la sede.
Con la devolución de la sede, la Conaie busca volverlo un tema político, sin tomar en cuenta que los indígenas hemos luchado por el reconocimiento del estado intercultural y plurinacional; por la justicia indígena; la Ley de Economía Social y Solidaria; la Ley de Aguas que ya se aprobó; la Ley de Tierras y Territorios; y, otras reivindicaciones, y no por un simple espacio o casa.
Entonces, la lucha de quienes dicen ser dirigentes indígenas en vez de apuntar a una casa, debe encaminarse a buscar alternativas para ver cómo se operativizan las normas que hemos conseguido con el proyecto de la Revolución Ciudadana.
Usted señala que cierta dirigencia y asambleístas indígenas votan con la derecha y le hacen el juego, pero Jorge Herrera sostiene que no es así, y no admite que se ha reunido con líderes políticos de la derecha.
Yo no puedo opinar cosas de la Conaie porque nunca he sido parte de esa organización, pues siempre he sido parte de la Fenocin.
Con la Alianza Indígena buscamos, los que somos la verdadera izquierda, unificar para empujar esta Revolución Ciudadana y profundizar los cambios que todavía necesita el país, como la revolución agraria, la revolución en el tema intercultural, entre otros.
Cualquier oposición que hacen las organizaciones indígenas a la Revolución Ciudadana pone contenta a la derecha. La derecha es nuestro enemigo común y jamás podemos ni debemos estar con un banquero o un empresario, porque solo quieren acumular.
Siempre hemos luchado por la redistribución de la riqueza, para que nuestros pueblos accedan y tengan igualdad de oportunidades como cualquier ciudadano, para acceder a los medios de producción, a los espacios políticos que antes nos eran vetados y que ahora, con la Revolución Ciudadana, hemos accedido a una elección popular.
Hay muchos temas que debemos trabajar desde las bases, mientras que la Conaie pelea por una sede, por la mala gestión de los mismos dirigentes. Pregunto yo: ¿Por qué no pueden tener una sede propia para no estar en esas dificultades? Ya deberían haber construido una sede propia, porque siempre lo ajeno, es ajeno, así sea del Estado.
Y aún así ellos (Conaie) dicen que representan al movimiento indígena, cuando no es así, porque es una diversidad de organizaciones y una diversidad de procesos. La Conaie no representa a todo el movimiento. Al menos ahora parece que están reducidos a lo mínimo.
Pero la “asamblea de emergencia” que se reunió la semana pasada en la matriz de Conaie en Quito asegura que aglutina a todo el movimiento indígena del país
Insisto, para mi criterio, la Conaie ya no representa a todo el movimiento indígena, entendido como la diversidad, la interculturalidad, la plurinacionalidad...
El presidente de esa organización tal vez diga que no se ha reunido con la derecha, pero en cambio sí lo han hecho sus séquitos como Lourdes Tibán (asambleísta de Pachakutik por Cotopaxi), el mismo Salvador Quishpe (prefecto de Zamora Chinchipe, de filas de Pachakutik, brazo político de la Conaie) y Auki Tituaña de Cotacachi (Imbabura), en donde este último a ratos hace campaña con Pachakutik y a ratos con (el movimiento) CREO (del exbanquero Guillermo Lasso).
Ahí están con la derecha, aunque el presidente (Jorge Herrera) diga que no se han reunido, pues hay que ver quién está a su alrededor.
¿Considera que ese tipo de dirigente ha hecho daño al movimiento indígena?
Mucho, mucho daño al movimiento indígena, al igual que la intervención de muchos oportunistas que han estado dentro de la Conaie.
Felizmente en nuestras organizaciones hemos tratado de ver que si alguien tiene un criterio muy particular, mejor que vaya a hacer su propio proyecto, ya que aquí somos organizaciones que debemos pensar en que el proyecto político de la
Revolución Ciudadana es del cambio y tenemos que empujar, apoyar.
Si se oponen al presidente Rafael Correa, entonces, tal vez, están pensando en Guillermo Lasso, y eso no va con nosotros.