La designación de nuevos ministros en el gabinete de Rafael Correa fortaleció lo que se ha denominado el ‘círculo morlaco’. Son todos los colaboradores que vienen de Cuenca.

Como en ningún otro gobierno, los cuencanos tienen una fuerte presencia en puestos clave dentro del Ejecutivo, e incluso en otras funciones del Estado.

No actúan como un grupo cerrado, con fines objetivos. Tampoco es que existe un lobby dentro del gobierno para colocar cuencanos en ciertos cargos. En realidad parece ser una coincidencia, pero Rafael Correa en algún momento consideró a Azuay como un bastión de la Revolución Ciudadana.

A manera de ejemplo, en las elecciones de 2013, los 5 asambleístas que se eligieron en esa provincia austral, eran de PAIS. A eso se añade que cercanos colaboradores suyos han estado junto al Primer Mandatario desde el inicio de sus funciones.

Los ministros de Defensa, Fernando Cordero; del Interior, José Serrano; de Electricidad, Esteban Albornoz y de Inclusión Económica y Social, Betty Tola, son de la capital azuaya. Cordero incluso fue alcalde de la ciudad y Tola asambleísta constituyente por Azuay.

En el reciente cambio de ministros salió Carlos Marx Carrasco de la cartera de Trabajo, pero fue reemplazado por otro cuencano, Leonardo Berrezueta, quien fue edil del cantón.

El círculo morlaco se fortaleció además con el nuevo ministro del Deporte, Xavier Enderica, que proviene de una connotada familia de nadadores cuencanos.

A eso se añade que la directora del Servicio de Rentas Internas (SRI), Ximena Amoroso, es oriunda de la misma ciudad.

Pero los cuencanos mantienen cargos importantes dentro de lo que se llama ‘proyecto político de Alianza PAIS’. La secretaria ejecutiva del movimiento, Doris Soliz, es de allá y fue concejala y vicealcaldesa de Cuenca, en la administración de Cordero.

A eso se suma que la segunda vicepresidenta de la Asamblea Nacional, Rosana Alvarado, es cuencana. Y por fuera de Alianza PAIS, pero en un importante puesto, está Juan Pablo Pozo, presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE).

El Superintendente de Comunicación, Carlos Ochoa, es cuencano. Cuando era periodista fue corresponsal en esa ciudad de los canales de televisión Ecuavisa y Teleamazonas.

Por último está el fiscal de la nación, Galo Chiriboga, que se considera un ‘cuencano de pocos días’ porque nació en esa ciudad cuando sus padres estaban de tránsito por allí.

Estreno en el gabinete itinerante

El gabinete itinerante de Lago Agrio revivió ayer para el estreno de los nuevos integrantes del equipo ministerial del presidente, Rafael Correa. Todos tienen experiencia en la función pública porque ya han desempeñado otros cargos en la actual administración.

Además de los antes nombrados, Fernando Alvarado asumió Turismo; Daniel Ortega hizo lo propio con la cartera de Ambiente, y Patricio Barriga es el nuevo secretario de Comunicación.

Todos estuvieron en el encuentro de Lago Agrio. El sitio oficial ElCiudadano.com explicó que los gabinetes itinerantes acercaban la gestión del Estado a la comunidad. “Se propone que los ministros y funcionarios establezcan un diálogo directo con la ciudadanía para conocer sus necesidades, para buscar soluciones y definir acciones conjuntas, a corto, mediano y largo plazo”, señala el medio.

Los funcionarios rinden cuentas sobre el cumplimiento de los compromisos de Gobierno, promueven la vigilancia y el control comunitario hacia la gestión pública, “generando transparencia y estimulando la acción colectiva”.

El propio Rafael Correa, durante un diálogo con medios de comunicación locales dijo que los gabinetes itinerantes son también una oportunidad para ayudar al desarrollo de las comunidades, porque sus sectores como hoteleros, de elaboración de comida, transporte y pequeños comerciantes pueden ampliar sus ventas y generar más recursos.

A manera de ejemplo, Lago Agrio, la capital de la provincia de Sucumbíos, se ha visto afectada por dos problemas externos. El primero por la devaluación del peso colombiano ya que la jurisdicción es fronteriza. Eso ha disminuido las ventas porque los productos colombianos ahora son más baratos, frente a sus competidores ecuatorianos.

Otro factor es la caída del precio del petróleo, lo que ha golpeado a las empresas extractoras, que a su vez han dejado de consumir o incluso despedido personal. Por eso ayer el gabinete itinerante sirvió para reactivar la economía local. La reunión de ministros se desarrolló en el Centro de Atención Ciudadana de Lago Agrio.

El edificio está ubicado en el Barrio Napo, Av. Circunvalación y Av. Río Aguarico. Tiene un área de construcción de 10.841,56 m2 y albergará a 33 entidades públicas en un mismo lugar, donde laborarán un total de 466 funcionarios.

En un primer momento, el Municipio de Lago Agrio tenía planificado la construcción de un centro comercial llamado ‘Lago Center’, sin embargo, para dar un mejor uso a los bienes públicos, el Gobierno decidió construir este centro de atención. Edificaciones de este estilo también existen en Santa Elena, Cotopaxi y otras provincias del país. (I)

Ecuador negocia forma de pago

Prácticamente hay un acuerdo con la OXY

“Las conversaciones están muy avanzadas y prácticamente ya se ha logrado un acuerdo de pago con OXY”, adelantó ayer el presidente Rafael Correa, en Lago Agrio.

Indicó que hay avances y que está casi cerrado el acuerdo con la compañía estadounidense Occidental Petroleum Corporation (OXY), pero no dio detalles hasta no tener “sellado y sacramentado” el acuerdo.

El 2 de noviembre pasado el Comité de Anulación del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi) ordenó a Ecuador el pago de $ 1.061’775.000 a la petrolera. La OXY pedía $ 3.370’000.000.

La relación entre Ecuador y la petrolera se quebró en mayo de 2006 por incumplimiento del contrato por parte de OXY. Por ello, el entonces ministro de Energía, Iván Rodríguez, declaró la nulidad del contrato de la compañía.

Lo que llevó a decidir la caducidad fue que el contrato y la ley preveían que OXY no podía ceder derechos sin contar con la autorización del Ministerio de Energía y Minas.

El Mandatario critica la actuación de ciertos periodistas cuando se refieren a este tema porque “buscan quitarle credibilidad al Presidente de la República”.

Reprochó que se diga que cuando era candidato en 2006 aseguró que “era traición negociar con OXY, y ahora dice que hay que negociar con esa empresa”.

Aclaró que cualquier abogado sabe que en 2006 se refería al tema de la aplicación de la Ley, lo cual no se puede negociar, mientras que actualmente se negocia el pago por parte de Ecuador de dicha indemnización, la forma de pago.

“Tenemos que negociar porque, además, eso (laudo final) es fruto de un tratado internacional que, nos duela o no, firmó un gobierno ecuatoriano en esa época”, indicó. Si el país no paga se podrían embargar los bienes que Ecuador tiene en el extranjero.

“¿Cómo y cuánto se va a pagar, en bonos o a crédito? Tenemos entonces que hablar con la compañía”, concluyó. (I)