La activista estadounidense y experta de la industria petrolera Antonia Juhasz constatará hoy La mano sucia de Chevron en la Amazonía ecuatoriana. “Soy una experta en los casos de operación de Chevron y he estudiado el fuerte impacto que ha tenido la petrolera alrededor del mundo”, expresó la analista, después de formar parte del relevo de guardia en el Palacio de Carondelet, junto al presidente Rafael Correa y al vicepresidente Jorge Glas.

La reconocida experta en crudo y autora de tres libros sobre la influencia de las petroleras multinacionales en el quehacer sociopolítico del mundo, recorrerá el pozo Aguarico 4, en Lago Agrio (Sucumbíos), que fue abandonado por la compañía estadounidense en 1992.

“Creo que es fundamental para los americanos entender el impacto de la operación de Chevron en Ecuador. Han habido décadas de daño ambiental y a la comunidad. La Amazonía no es solo importante para este país sino para todo el mundo, por eso es importante que Chevron limpie su desastre y proteger lo que todavía está aquí”, dijo Juhasz, autora del libro El verdadero costo de Chevron: Un informe anual alternativo.

“Chevron debería pagar, en vez de gastar millones de dólares luchando en contra del veredicto”.Además, la activista estadounidense recordó que cuando los indígenas y colonos afectados por la contaminación entablaron por primera vez una demanda en 1993 en Nueva York, la petrolera pidió que el caso se ventile en Ecuador, alegando que en el país el juicio sería justo.

Sin embargo, ahora se niega a pagar e incluso ha iniciado un proceso en contra de los perjudicados y sus abogados por supuestamente tratar de extorsionar a la compañía.

Juhasz opinó que la sentencia emitida por el juez Nicolás Zambrano, el 14 de febrero de 2011, es justa, considerando todo el daño causado  por la manera irresponsable en que Chevron operó en la Amazonía, entre 1964 y 1992. “El juez (Zambrano) dijo que la compañía debía pagar 19.000 millones de dólares y probablemente debería ser mucho más, tomando en cuenta las extremas y visibles consecuencias en el ambiente y la salud”, destacó la experta.

Según la analista, aunque el eslogan de Chevron es “El respeto por la energía humana”, en la práctica la petrolera estadounidense no ha respetado los derechos humanos y no realizó la remediación ambiental como han asegurado sus representantes, en los 20 años que lleva el litigio en contra de la multinacional.     

Además, Juhasz mencionó que todos los gobiernos alrededor del mundo han encontrado a Chevron culpable de operar sin las técnicas adecuadas con el fin de ahorrar dinero, como en Kazajistán, Angola, Indonesia, Nigeria y en varios estados norteamericanos.

La experta declaró que inclusive en Estados Unidos la petrolera no ha respetado la ley, por lo que es importante dejar sentado un precedente para los otros países y  que sus gobiernos sepan que si la empresa va a operar en su territorio y comete un delito, deberá pagar por su irresponsabilidad.

“Todo lo que ha hecho Chevron en Ecuador es un ejemplo de la política que emplea para operar en todo el mundo, incluidos los Estados Unidos, especialmente en California, donde vivo y donde se encuentra la base de la petrolera”, manifestó la activista, quien ha participado en algunas protestas en contra de la reunión anual de los accionistas de Chevron en Estados Unidos.

LA INCAUTACIÓN EN CANADÁ ES EL OBJETIVO

Los perjudicados por la contaminación de la petrolera estadounidense Chevron en la Amazonía ecuatoriana, solicitarán la homologación de la sentencia de $ 19.000 millones en 59 países en donde la multinacional tiene activos, entre ellos, Argentina, Brasil, Australia y Canadá.

El 30 de octubre de 2012, los perjudicados presentaron una demanda ante la Corte de Ontario (Canadá), para que el fallo se haga válido en esa jurisdicción, donde la petrolera tiene $ 8.000 millones en activos. Esto ocurrió luego de que el 3 de mayo de este año la Corte negó la petición, alegando que la petrolera no tiene activos en ese país.

El 31 de octubre y 1 de noviembre de 2013, los amazónicos afectados  apelaron el veredicto en una audiencia de dos días, donde las partes expusieron sus argumentos. En los próximos días se espera que la Corte emita una resolución. Si el fallo es negativo, los afectados dijeron que acudirán ante la Corte Suprema de Ontario.