Guayaquil es la ciudad con mayor cantidad de miembros de este colectivo
Afroecuatorianos proponen cinco ejes para su desarrollo
De acuerdo con el censo de población y vivienda el pueblo afroecuatoriano es el que más inequidad social sufre. Dos de las grandes carencias son la vivienda y la educación, esta última considerada la herramienta para salir de la pobreza. Y esos fueron los temas que se socializaron ayer en el Diálogo Nacional, en el puerto principal.
Según el titular de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades), Pabel Muñoz, este grupo es uno de los que más se ha beneficiado de la gratuidad de la educación superior. Pero aún falta, pues está 6 puntos debajo de la media comparada con los mestizos en acceso a estos centros.
El acceso a educación de cuarto nivel en este grupo es solo de 0,02%, detalló José Ayala, representante de la Corporación de Desarrollo Afroecuatoriano (Codae). El déficit de vivienda nacional es del 36%, en los afroecuatorianos la cifra se dispara al 41%.
PROPUESTAS DEL PUEBLO AFRO
El Codae tiene registradas 350 organizaciones en el país. Solo en Guayaquil hay 158.
Luego de los diálogos en las 5 mesas que se conformaron en la Universidad de Guayaquil los representantes del pueblo afroecuatoriano identificaron varias necesidades primordiales:
Los gestores culturales plantearon un comité interinstitucional que impulse el Decenio Afrodescendiente.
Mejorar los protocolos de salud y fortalecer la educación en todos los niveles.
Recoger y rescatar las tradiciones y costumbres de afroecuatorianos, potenciando la participación en espacios culturales.
Otra aspiración es dar prioridad a los saberes ancestrales para temas agrícolas, rurales, entre otros.
Por eso es que Ayala considera al pueblo afro como uno de los más explotados, pues llegaron al continente como esclavos y aún siguen siendo los más pobres entre los pobres. Lo mismo cree Carmen Perlaza, una mujer de 39 años que vive en la Isla Trinitaria con sus 2 hijas, una de 6 y otra de 8. El tercero se lo llevó su exconviviente.
Ella no sabe de indicadores, pero lo que sí conoce es que su principal reto es encontrar la forma de conseguir dinero para mantener a sus hijas, aunque no cuenta con un trabajo fijo. Llegó a Guayaquil cuando era una niña. “Antes nuestros padres nos enviaban con otros familiares para que tengamos un mejor futuro y podamos estudiar”, recuerda con tristeza.
En su caso esa aspiración nunca se concretó, pues no terminó el bachillerato. Ahora su esperanza es que a través del diálogo se logren mejores condiciones para que sus hijos tengan las oportunidades que ella no tuvo.
Mesas de trabajo se instalaron
Dos de las 5 mesas que se instalaron ayer durante el diálogo que se realizó en la facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Guayaquil fueron las de salud y educación. Las otras fueron de desarrollo económico y empleo; hábitat y vivienda; cultura afroecuatoriana, combate al racismo; y desarrollo rural, tierras y territorio.
El auditorio de la facultad quedó pequeño para la cantidad de asistentes cuya mayoría vive en Guayaquil, en donde está la comunidad de afroecuatorianos más grande del país. Muchos residen en zonas marcadas por la pobreza, como Suburbio, Guasmos, isla Trinitaria, entre otras que se han formado por invasiones y la migración.
Anna Ortiz vive en la Isla Trinitaria con sus hijos porque su esposo murió hace 19 meses. A través del Codae ha podido acceder a una vivienda que está próxima a concluir. Pero aunque esto es una ayuda no le permite superar la pobreza.
La señora no tiene trabajo y se dedica a limpiar casas para mantener a su familia. “Yo lo que quiero es que mis hijos tengan educación para que no tengan que limpiar casas como yo, por eso es importante que la educación sea gratuita”, resaltó.
La denominación que se le dio al diálogo, de equidad y justicia social, llena de esperanza a este grupo humano, pues a través de la historia se han sentido excluidos. “Otros gobiernos no nos habían tomado en cuenta, siempre fuimos invisibles, por eso estamos muy agradecidos”, dijo exaltada Aída Quintero, integrante de la Coordinadora de Mujeres Afro. Frente a eso Pabel Muñoz, en su intervención, insistió en que quieren resolver todos los problemas del colectivo relacionados a justicia social.
El funcionario recalcó que pese a que desde el Gobierno se trabaja para incluir a todos los sectores aún hay tareas pendientes y temas que se pueden resolver en conjunto a través de las propuestas y un espacio para lograrlo son estos encuentros. “Hoy el diálogo cambió la política de la protesta por la de la propuesta”, enfatizó.
La ONU decretó el decenio afro
Pero la desigualdad de los afro no es un asunto solo de Ecuador, sino que abarca a todo el mundo. Por ello la Organización de las Naciones Unidas (ONU) trabaja en el Decenio del Pueblo Afro para que durante 10 años se superen los problemas de los afrodescendientes.
Uno de los principales pedidos es que se cumpla la inclusión. En Guayaquil hay 255 mil integrantes de este colectivo. Lo primero que buscan es fortalecer sus organizaciones para juntos obtener resultados. Lo hacen desde todos los frentes; los jóvenes también están dispuestos a generar un cambio que puede que ya no sea aprovechado por completo por ellos pero sí por las nuevas generaciones.
Esa es una de las aspiraciones de Ángela Ramírez, integrante del grupo Valle del Futuro. Ella considera que la discriminación se puede eliminar y dar paso a la igualdad. “No queremos ni más ni menos, sino una igualdad, queremos la oportunidad porque también podemos ser profesionales y somos dignos de los mismos derechos que todos y se nos debe respetar”, recalcó.
Ramírez detalló que son de sectores muy vulnerables en donde hay muchas carencias. “El 1 de octubre es el día del afro y haremos un evento masivo para reclamar nuestros derechos y demostrar que estamos unidos”, resaltó. (I)
El agro expone sus necesidades en Nobol
Seguridad, fomento a la agricultura y capacitación fueron los temas que estudiantes de los cantones Nobol y Naranjal (Guayas) expusieron ayer a autoridades y asambleístas en una jornada más del Diálogo Nacional.
El encuentro se efectuó en el colegio fiscal Narcisa de Jesús, de Nobol. El canciller Ricardo Patiño y el asambleísta Ángel Rivero encabezaron la cita.
Para Leonardo González, estudiante de la facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Guayaquil y que vive en Nobol, estas actividades les permite a los jóvenes hablar directamente con las autoridades sobre temas que a ellos les interesa conocer.
“Me parece una gran iniciativa este encuentro, queremos que ellos conozcan nuestras necesidades y los proyectos que deseamos emprender, pero que por falta de recursos u oportunidades muchas veces no podemos hacer”, dijo.
El canciller consideró necesario conocer también lo que piensan los jóvenes del sector rural. “Muchas veces nos quedamos en los sectores urbanos y nos limita un poco la visión integral de ellos”, reflexionó.
Para el funcionario es necesario saber cuál es la visión de los jóvenes respecto al cambio de la matriz productiva, cuál va a ser su participación, la inclusión laboral, entre otros temas. Todas estas temáticas están enfocadas en la equidad y la justicia social que pretende reforzar el Gobierno en el país. (I)
Lea más sobre el Debate Nacional por la Equidad