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Ecuador, 25 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo
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Punto de vista

Satisfacer sus necesidades básicas es la clave

De sus propias experiencias en emergencias, las personas mayores identificaron varias necesidades básicas. Cuando sus casas han sido destruidas, necesitan materiales de construcción y mano de obra para ayudar a reconstruir sus albergues.

Para cocinar alimentos, necesitan ayuda para recolectar combustible y formas de compartir la organización de la cocina con los vecinos y otros individuos. Vestuario, frazadas, ollas, sartenes y otros enseres y equipos domésticos están entre las necesidades básicas requeridas, como también colchones o un área elevada para dormir con el fin de evitar el dolor agudo de los músculos y articulaciones, que causa por lo general el dormir en el suelo.

Cuando las agencias planifican su trabajo para responder a las necesidades básicas, deben tomar en cuenta los siguientes factores: primero, el refugio. Muchas personas mayores no reciben automáticamente un lugar donde permanecer por parte de los hijos  adultos y deben encontrar un lugar por cuenta propia.

Agrupar a las personas mayores junto a gente desconocida (por ejemplo, para conformar la cuota requerida para adjudicarse un refugio o la asignación de abastecimiento, como enseres, sábanas de plástico y frazadas) puede conllevar a problemas de exclusión y abuso, debido a que los grupos mayoritarios rechazan o resienten la presencia de las personas adultas mayores.

Situaciones en donde las facilidades básicas de refugio dejan a las personas mayores durmiendo en superficies duras, húmedas y frías puede significar que problemas crónicos pero superables sobre sus articulaciones se agudicen, de una forma severamente debilitante.

Soluciones simples, como el poner paja o pasto dentro de los sacos de harina, pueden dramáticamente aumentar la capacidad de una persona mayor de cuidarse a sí misma y de sobrevivir.

Los refugios colectivos que en alguna medida no ofrecen una separación por género pueden excluir del uso de ellos a mujeres u otros grupos. En algunos casos, como lo es en refugios de ciclones, esto puede representar una amenaza directa a la sobrevivencia personal.

Las personas mayores pueden tener más dificultades en abastecerse de combustible y agua que los miembros más jóvenes de la comunidad. Esto puede afectar su capacidad de alimentarse a sí mismos, lo cual a su vez reduce su capacidad de recolectar combustible y agua.

Alternativamente las personas mayores pueden estar vinculadas a familias solidarias en donde los miembros jóvenes ayudan a recolectar el combustible o agua para las personas mayores, donde la persona mayor agrega su cuota a la canasta de la familia y comparten las comidas.

La aceptación cultural del vestuario suministrado en una emergencia puede ser en particular un problema para las mujeres mayores, quienes pueden encontrar imposible el abandonar sus formas tradicionales de vestuario.

Cuando se usan camiones para el transporte, también se debe considerar cómo se puede facilitar la subida de las personas con limitaciones de movilidad en vehículos de altura. (I)

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