Estefanía garcía detalla cómo se coronó campeona en canadá
“Chalá pronosticó que yo ganaría la presea de oro”
“Antes de que comenzara a competir, cuando se realizó el sorteo de los grupos, mi compañera Diana Chalá me dijo: ‘Esa medalla, la medalla de oro, es tuya. Estefanía, vas a ser campeona’. No le he preguntado todavía cómo adivinó que ganaría, pero recuerdo que se puso a llorar apenas terminó la pelea.
Una semana antes del torneo de los Juegos Panamericanos había peleado con Stéfanie Tremblay, la canadiense con la que disputé la medalla de oro. También fue por una final, la del Open de El Salvador. Esa pelea me ayudó mucho porque, pese a que perdí, ya había trabajado sobre sus errores y me sostuve bien la mayor parte del combate.
Cuando perdí con ella en El Salvador cometí un error faltando 4 segundos y eso me costó el combate, entonces, ya llegando a la final de los Juegos Panamericanos volví a hacer el mismo trabajo y me cuidé de no cometer el error de una semana atrás: dejar que ella haga trabajo de piso. Ella es muy buena en ese trabajo de piso, por eso yo traté de llevar el combate solo arriba, de pie, y no abajo.
Le pelea se definió por su falta de combatividad, porque yo empecé a atacar y atacar, y el árbitro notó falta de combatividad en mi contrincante y la penalizó por eso. Supe aprovechar y mantenerme siempre arriba. Seguí atacando y atacando para mantener la ventaja y la penalidad.
El entrenador de la selección ecuatoriana, Roberto Ibáñez, me decía que mantenga el ritmo de ataque, que no deje de atacar en todo momento, que mantenga mi kumikata (agarre) y que controle el área de combate.
Siempre tengo presente que una no debe equivocarse y salirse del cuadro, siempre hay que manejar la zona del combate, trabajar bien los agarres porque, por ejemplo, con Tremblay debía manejar un tipo de kumikata y mantenerlo durante todo el combate porque, si perdía mi agarre, ella podía hacer algún tipo de ataque y marcar.
Para vencerla utilicé varias técnicas, como el uchi mata (movimiento para proyectar a la rival), con el que logré levantarla y hacerla caer. También usé el uchi komi goshi (otra forma de proyectar), con la que la elevé y volvió a caer, eso permitió que el árbitro viera su falta de combatividad y la penalizara.
Y aunque esta pelea era por la medalla de oro, creo que la más difícil de las 3 que sostuve fue contra la judoca estadounidense (Hannah Martin), en la que sentí mucha tensión; primero, porque no había peleado con ella este año; y segundo, porque era en la que aseguraría al menos la presea de plata.
A ella (Martin) me enfrenté 2 veces el año pasado, yo le gané en el Open de El Salvador y ella me derrotó en el Open de Miami.
Pelear antes con tus rivales es ventajoso, pues aunque puedas ver sus debilidades en videos, no es lo mismo pelear con ellos. Eso se completa con los videos donde analizas cómo se desarrollaron los combates y te das cuenta en qué fallaste y cuáles fueron los puntos a favor, así se trabaja sobre los errores tuyos y los de tus adversarios y se puede mejorar. Dejar de enfrentar a un rival se vuelve complicado porque tienes que cogerle el ritmo otra vez. En cambio, con la canadiense ya había peleado este año y supe hacer la pelea precisa.
Recibimiento
Fue muy bonito el recibimiento que me hicieron en Portoviejo, me alegró mucho que hayan estado pendientes de los juegos y de quienes estuvimos compitiendo. Qué bueno que nos hayan recibido el Ministerio del Deporte y la Federación Ecuatoriana de Judo.
Cuando íbamos en el carro de bomberos (por las calles de Portoviejo), las personas aplaudían, saludaban. Realmente me agradó tanto que mucha gente haya visto los combates por televisión y me hayan reconocido cuando me saludaban. Es la primera vez que me reciben así.
Un día antes, mis papis, Mercy Mendoza y José Larrinaga, me recibieron en Guayaquil. Los abracé y compartimos toda esa noche, al otro día viajamos a Portoviejo. Después de la bienvenida de los ciudadanos, en la casa me esperaba mi abuelita, Esther Gutiérrez.
No me recibieron con corviche, que me gusta mucho, pero mi mami me hizo varias comidas.
Ahora ya estoy concentrada de nuevo en Guayaquil, tenemos que prepararnos bien para el Campeonato Mundial en Astaná, Kazajistán. Estoy entre las 20 mejores del ranking y por cuota panamericana ya estoy clasificada a las Olimpiadas, pero quiero sumar puntos para clasificar en forma directa y darle el cupo a otra ecuatoriana”. (I)