Elena Jama tiene 62 años y a los 22 llegó a Muisne con su puesto a vender ceviches de concha y camarón en la zona turística para alimentar a su pequeña hija. En ese tiempo ha visto ir y venir turistas de la playa, pero al día de hoy las cosas son diferentes porque son pocos los que llegan de visita debido al temor de ser asaltados o algo peor.

Ella es propietaria de uno de los 27 restaurantes que se ubican a lo largo de la playa y que también sienten que las bandas delictivas les están arrebatando su sueño de progresar. “El turismo un tiempo creció, pero luego bajó porque comenzó a haber una ola de delincuencia de la misma gente de aquí”, relata.

Sin embargo, reconoce que en los últimos años las autoridades han podido recuperar la tranquilidad. “Esperemos que las autoridades se mantengan firmes y nos ayuden a controlar eso”, enfatiza.

Algo en lo que también coinciden Lourdes Ganchoso y Juana Valencia, dos comerciantes de la playa de Atacames, quienes palpan la falta de turistas. “Antes en esta época teníamos familias enteras, hoteles llenos, pero ya no es lo mismo”, asegura Lourdes.

Para ambas, otra de las razones que influye en ello es la “mala información”, pues mencionan que en la zona costera los crímenes casi no suceden por la presencia policial y militar. Y es que constantemente se ve a grupos de uniformados recorriéndolas de extremo a extremo, mientras otros visten de civiles.

Pero ¿Qué hacen los gobiernos municipales para enfrentar a la delincuencia?

Desde la Alcaldía de Esmeraldas, por ejemplo, su titular Vicko Villacís anunció que declararán como zonas seguras a playas, parques, plazas y malecones para atraer a los turistas. Para ello se realizarán trabajos de readecuación y mantenimiento a estos espacios, así como la coordinación con el Ministerio del Interior para aumentar la presencia de policías. Recientemente se incorporaron 500 uniformados.

Junto con las fuerzas del orden instalarán una Mesa de Seguridad Interinstitucional y una vez que se realice la declaratoria los usuarios podrán conocer cuáles son esos lugares a través de la página web del Municipio. “Los eventos son específicos y aislados. Justamente los sectores turísticos son seguros. Vamos a recomendar los restaurantes y hoteles, hasta que el sector seguro gane a las zonas con inseguridad”, dice.

Además, se apuesta por la creación de un conservatorio para intervenir a sectores con música, cultura y arte.

En tanto, desde Muisne, la alcaldesa Yuri Colorado informó que, si bien 28 militares y 20 policías custodian las zonas turísticas, afortunadamente en su cantón no se registra una gran cantidad de eventos delictivos. “Lo más importante es poderle dar a la ciudadana la libertad de caminar y es lo que hemos procurado”.

En 2019 la ocupación hotelera de Esmeraldas alcanzó el 85% en estos meses, mientras que en este 2023 no supera el 60%.