Mahmud abás llama a la paz a todas las facciones palestinas
Violencia en Palestina toma tintes de intifada
Israel demolió dos viviendas de palestinos supuestamente autores de atentados. La medida llega al día siguiente de que el primer ministro hebreo, Benjamin Netanyahu, ordenara endurecer la represión, en un contexto de violencia en Cisjordania ocupada y Jerusalén Este, que tome tintes ya de intifada.
Al menos dos viviendas pertenecientes a las familias de dos palestinos acusados de ataques fueron destruidas en Jerusalén Este, ocupada y anexada por Israel.
Un periodista de la AFP constató la destrucción de la casa de Gasan Abu Jamal, con su primo Udai, quien habría matado a 5 personas en un atentado perpetrado en una sinagoga de Jerusalén Oeste en noviembre de 2014, antes de morir abatidos.
En el mismo barrio de Jabal Moukabber, el Ejército anunció haber destruido la casa de la familia de Mohamed Jaabis, abatido en agosto de 2014 en Jerusalén cuando atacó un autobús con una excavadora.
Netanyahu ordenó la aceleración de las demoliciones punitivas, y mano dura frente a la ola de violencia que golpea a Cisjordania y Jerusalén Este, que podría ser la tercera intifada (resistencia) del pueblo palestino.
Sin embargo, el presidente palestino, Mahmud Abás, tras las demoliciones, dijo que no desea una “escalada” de violencia con Israel, su posición más clara desde que las tensiones se dispararon en los últimos días.
“No queremos una escalada militar y de seguridad con Israel. Le decimos a nuestras fuerzas de seguridad, a nuestros movimientos políticos, que no queremos una escalada, pero deseamos protegernos”, dijo Abás en una reunión de la dirección palestina.
“Queremos alcanzar una solución política por la vía pacífica y de ninguna otra manera”, añadió.
El martes, un centenar de jóvenes enmascarados atacó a pedradas a soldados israelíes en Belén, en Cisjordania, tras el funeral de Abdel Rahman Abdalá, un palestino de 13 años, muerto la víspera por disparos israelíes.
Las fuerzas israelíes replicaron con gases lacrimógenos y balas de goma. “Mi hijo se fue al colegio y nunca regresó”, contó Dalal, madre del adolescente, antes de su sepelio, en el que participaron miles de personas. Para ella, su hijo “murió por la patria”.
También estallaron enfrentamientos en Qalandia y cerca de Hebrón, en Cisjordania, y en el barrio de Chuafat, en Jerusalén Este.
Además, el Ministerio de Salud de Palestina informó que 54 palestinos fueron hospitalizados ayer.
El asesinato la semana pasada de una pareja de colonos en una carretera, en la que circulaban con sus hijos, marcó el comienzo de esta ola de violencia. (I)