La exigencia de terminar con los pactos de silencio de los crímenes de la dictadura en Chile, adquirió ayer ribetes especiales con la entrevista de Carmen Gloria Quintana en el Palacio de la Moneda.

Quintana, una de las víctimas del denominado Caso Quemados, dialogó una hora con la presidenta de la República, Michelle Bachelet, quien se comprometió a impulsar más la agenda de derechos humanos de su gobierno.

La ahora psicóloga y agregada científica de la embajada de Chile en Canadá, rociada con gasolina y quemada por militares chilenos en 1986, solicitó a Bachelet que se levante el secreto de 50 años.

Se refería así al llamado Informe Valech de 2004 de la administración de Ricardo Lagos, sobre torturas durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

El documento detalla los casos de 33.000 personas que sufrieron vejaciones por asuntos políticos y entonces se estableció que el informe sería confidencial durante medio siglo para preservar la identidad de las víctimas que dieron información.

De otro lado, ayer familiares de víctimas de la dictadura enviaron una carta al comandante en jefe de la Armada, en la cual demandan que se dé a conocer los hechos que conoce la institución. (I)