Los estudiantes universitarios chilenos, en huelga desde hace cuatro meses en demanda de una mejor educación pública, entreabrieron este viernes la puerta para un posible regreso a las aulas, aunque sin deponer las movilizaciones.

Camila Vallejo, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, indicó que la posibilidad se discute en la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech).

En el gobierno, el portavoz de la Moneda, Andrés Chadwick, dio la bienvenida al anuncio, señalando que sería "un gesto potente".

"Creo que hay una posibilidad distinta. Creo escuchar una voluntad diferente", dijo Chadwick, en declaraciones a radio ADN.

El movimiento estudiantil, que parecía decaído en los últimos días, tomó nuevos bríos este jueves, con manifestaciones multitudinarias que reunieron a más de 100.000 personas en Santiago según los jóvenes y 60.000 según las autoridades.

"La propuesta que se está discutiendo es ya cerrar el semestre y pasar al segundo, y está la opción de que éste sea sin clases o con clases", dijo Camila Vallejo en declaraciones al canal 24 horas, de la televisión pública chilena (TVN).

Matizó que la vuelta a clases sería "con horarios protegidos para poder realizar las asambleas estudiantiles, las discusiones y el calendario de movilizaciones".

Vallejo, la figura más emblemática del movimiento estudiantil, dijo que en lo personal prefiere esta última opción, porque sirve que "las universidades tengan su espacio para que no sea tan difícil poder levantar movilizaciones en los años venideros", dijo.

"Es decir, que haya una forma distinta de entender el quehacer universitario", añadió la dirigente, que indicó que la opción de volver a clases se comenzó a evaluar "al sentir las amenazas y la presión por la pérdida del año y por el tema de las becas".

A su juicio, esa fórmula permite "mantener este movimiento vivo no solamente por este año, sino por los años que vienen".

El ministro Chadwick dio la bienvenida al anuncio hecho por Vallejo.

"Eso sería un gesto muy potente, porque como sociedad queremos que se normalice y no pierdan el año académico", subrayó, aunque insistió en que el gobierno no retirará del Legislativo los proyectos de ley relacionados con la Educación, como exigen los estudiantes como condición para dialogar.

Aseveró, en todo caso, que esos proyectos no interferirán los acuerdos que se puedan alcanzar en la mesa de diálogo.

"El gobierno garantiza 100% que ninguna tramitación de los proyectos de ley en el Parlamento -que son dos- va a interferir u obstaculizar que los acuerdos que se lleguen en una mesa de diálogo, se transformen inmediatamente en indicaciones a esos proyectos o en nuevos proyectos", precisó.

"Es decir, no hay obstáculo alguno en la tramitación de los proyectos para efectos del funcionamiento de una mesa de diálogo",añadió.

Según Chadwick, en el gobierno existe la sensación de estar "a punto" de alcanzar un acuerdo con los estudiantes.

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, advirtió hace unos días de que unos 70.000 estudiantes de secundaria iban a perder el año escolar debido al conflicto.