Una semana laboral de cuatro días reduce el absentismo y mejora el bienestar de los empleados. Este fue uno de los hallazgos tras la prueba piloto de la organización 4 Days Week Global, que motivó a las empresas participantes a “acortar significativamente” la semana laboral de sus colaboradores.

La iniciativa propuso a las compañías adoptar distintos métodos para reducir las jornadas. Estos iban desde darles un día libre a la semana, hasta reducir su jornada laboral a 32 horas semanales. Pero tenían que asegurarse de que los empleados siguieran cobrando el 100% de su salario.

Al final del experimento, “los empleados informaron de una serie de beneficios relacionados con su sueño, niveles de estrés, vida personal y salud mental. Las renuncias disminuyeron”, detallan los resultados expuestos por Infobae. 

Más de tres mil empleados de 61 compañías en el Reino Unido participaron en la iniciativa. De ellas, 56 afirmaron que seguirían aplicando la semana laboral de cuatro días una vez finalizada la prueba piloto, mientras que 18 dijeron que el cambio sería permanente. Sólo tres empresas no tienen previsto mantener ningún elemento de la semana laboral de cuatro días. Además, el 15% de los empleados participantes dijo que “ninguna cantidad de dinero” los convencería para volver al ritmo de lunes a viernes.

Con estos resultados, a los que se suman otros estudios sobre agotamiento laboral y dimisiones tras la pandemia, la iniciativa de 4 Days Week Global avanza con fuerza y podría comenzar a replicarse en otros países.