El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, estimó que es “urgente y necesario” replantear el Mercosur para dar mayor flexibilidad comercial a sus socios, tras una reunión con su par Dilma Rousseff en Brasilia.

“No somos ilusos ni impacientes. Pero no seríamos sinceros si dijéramos que el Mercosur, tal como está, nos satisface”, dijo Vázquez en un encuentro con la prensa durante su visita de Estado.

Tres socios del Mercosur, Brasil, Uruguay y Paraguay -que junto con Argentina y la recién llegada Venezuela integran el bloque- están de acuerdo en buscar una fórmula que permita acabar con una de las limitaciones del bloque: la imposibilidad de buscar acuerdos comerciales sin la anuencia de los socios.

Vázquez consideró necesario otorgar a sus miembros “ciertas flexibilidades para que, aquellos que lo desean, puedan avanzar en conjunto con otros socios comerciales”.

“El Mercosur tiene que adaptarse a las nuevas circunstancias”, coincidió Rousseff.

Se trata de un cambio fundamental para el Mercosur, por el que abogan Uruguay y Paraguay y que durante años chocó con la reticencia de Brasilia y las dificultades económicas por las que pasa Argentina.

Tradicionalmente opuesto a que los países del Mercosur negociaran acuerdos comerciales fuera del grupo, Brasil ha tenido que modificar su tesitura forzado por una economía que no despega y presiones de sectores empresariales.

En abril, el FMI vaticinó que Brasil tendrá una contracción del PIB de 1% este año.

Vázquez, que observa con preocupación el deterioro del comercio intra Mercosur, y Rousseff, cuyo gobierno ha sido sacudido por un escándalo de corrupción en la estatal Petrobras, intentan avanzar además en un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea (UE).

La visita tiene también como objetivo inmediato ampliar los proyectos comerciales y de inversión conjuntos. El intercambio bilateral entre ambas naciones llegó el año pasado a 4.800 millones de dólares. (I)