Tensión entre Brasil y Argentina amenaza estabilidad del Mercosur
Las diferencias entre el presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, y de Brasil, Jair Bolsonaro, amenazan la continuidad del Mercado Común del Sur (Mercosur).
Las disputas saltan pocos meses después de que sellaron el mayor logro histórico del bloque sudamericano, un acuerdo comercial con la Unión Europea (UE).
Bolsonaro promueve una reducción del arancel externo del bloque, una medida que el peronista Fernández rechaza. Brasil y Argentina son las economías eje del Mercosur. Uruguay y Paraguay también integran este bloque, cuyo producto interno bruto es de $ 2.7 billones.
Como antecedente, Fernández, quien asumirá la Presidencia de Argentina la próxima semana, amagó en campaña electoral con revisar el acuerdo, el primer tratado comercial integral del Mercosur desde que se formó el bloque a principios de la década de los 90.
“Las tensiones -de los dos mandatarios- son claras”, opinó Luis Lacalle Pou, presidente entrante de Uruguay, antes de la cumbre de este jueves 5 de diciembre de 2019 que se efectuó en el sur de Brasil.
De acuerdo con el portal Milenium, los analistas económicos temen que los dos presidentes utilicen el Mercosur como una cancha de boxeo para buscar apoyo en casa si la gente toma las calles -como ocurrió en Chile y Colombia- para protestar contra sus políticas.
Para Pedro da Motta Veiga, director del Centro Brasileño para los Estudios de Integración y Desarrollo en Río de Janeiro, hay tres escenarios posibles: uno, se congela el Mercosur; dos, Bolsonaro se pone como loco y Brasil abandona el Mercosur, o tres, Brasil aprovecha el hecho de que Argentina no va a querer avanzar en una liberalización comercial frente al resto del mundo para negociar una exención en política comercial (con otros países)”.
Mónica Herz, miembro del Centro Brasileño de Relaciones Internacionales en Río de Janeiro, avizora que las discusiones en el bloque “van a ser difíciles, pero estima que el Mercosur todavía tiene futuro porque los intereses económicos son importantes” para sus socios.
De hecho, de acuerdo con la Confederación Nacional de la Industria de Brasil (CNI), esta nación exportó el año pasado $ 20.900 millones, casi 9% del total de sus exportaciones, a otros miembros del Mercosur.
La CNI agregó que Argentina, Uruguay y Paraguay en conjunto compraron más de 20% de los productos brasileños y subrayó que la “postura de Brasil debe permanecer pragmática” y enfocada en profundizar ese tipo de vínculos comerciales.
Altos funcionarios en Brasilia dijeron que no será fácil para su presidente separar al país del Mercosur, ya que enfrentará la resistencia de los industriales locales en un momento en que su gobierno trata de impulsar sus ambiciosas reformas económicas.
Un diplomático argentino advirtió que si el bloque se derrumba, será difícil para todos, y especialmente para los países más pequeños que dependen de la economía del bloque regional.
El acuerdo con la UE
El acuerdo entre la Unión Europea (UE) y Mercosur -que se formó con una visión original de impulsar el comercio y las inversiones dentro de sus países miembros- abarca una diversidad de productos, desde carne argentina hasta autopartes alemanas.
El pacto, que fue sellado este año después de dos décadas de negociaciones, reducirá los aranceles a las exportaciones de cada lado.
Los grandes premios para la UE incluyeron aranceles reducidos sobre bienes industriales y vino, mientras que los productores sudamericanos recibirán acceso preferencial a los mercados europeos de carne de res, aves de corral y azúcar.
Una ruptura del Mercosur no solo pondría en peligro este acuerdo, sino que podría aumentar las tensiones comerciales mundiales a medida que Reino Unido se prepara para abandonar la Unión Europea, y Estados Unidos y China continúan una guerra comercial, destacó Esteban Rópolo, un experto en comercio con el bufete de abogados global Baker McKenzie, en Buenos Aires. (I)