Los sindicatos chilenos dieron este viernes un marcado respaldo a la reforma laboral impulsada por la presidenta Michelle Bachelet, en el acto por el Día internacional del trabajador.

Decenas de miles de trabajadores marcharon pacíficamente por la Alameda, la principal arteria de Santiago, bajo la batuta de la Central Única de Trabajadores (CUT), el principal sindicato de trabajadores de Chile.

La marcha organizada por la CUT concluyó sin disturbios en un acto, pero una segunda manifestación, de poco más de un millar de personas, que se realizó de forma paralela en otro sector de la Alameda, terminó con incidentes menores, con encapuchados que se enfrentaron a la policía que los dispersó con gases y carros lanza-agua.

En medio del frío y un fuerte resguardo policial, los trabajadores concluyeron su marcha con un acto en el cual Bárbara Figueroa, presidenta de la CUT, manifestó el respaldo de su entidad a la reforma que Bachelet envió al Congreso en diciembre pasado.

"Los cambios llegaron para quedarse y profundizarse. Estamos por una nueva reforma laboral", dijo Figueroa, en un discurso al finalizar la marcha.

La reforma incluye importantes modificaciones al actual código del trabajo implementado en la dictadura de Augusto Pinochet hace 35 años y que limita al extremo el derecho de huelga de los trabajadores chilenos.

"Esta reforma laboral no nos ha sido regalada: la hemos conquistado con una estrategia sindical que se mantendrá", afirmó la presidenta de los trabajadores.

Figueroa destacó que durante el debate parlamentario se incluyeron demandas de la CUT en el proyecto, como la eliminación de la criminalización de la actividad sindical y la excesiva injerencia del estado en la negociación colectiva.

Los sindicatos bregan también porque se cancele el reemplazo de los trabajadores que entran una huelga.

El proyecto es fuertemente resistido por el empresariado y los partidos conservadores.

Figueroa también manifestó el respaldo a la CUT a la propuesta de avanzar en la promulgación de una nueva Constitución que la presidenta Bachelet anunció esta semana. (I)