Su hija fue la primera en afirmar que a su padre lo asesinaron
Seis personas acusadas de la muerte de expresidente Frei
Era una suerte de secreto a voces, pero nunca antes se había conocido una versión oficial de esta envergadura. Según un fallo de 90 páginas del juez Alejandro Madrid que se conoció el viernes, el expresidente democratacristiano Eduardo Frei Montalva (1964-1970) fue asesinado por la dictadura de Augusto Pinochet, en 1982.
El magistrado dictó una acusación contra seis personas, en un caso que en su momento conmovió a Chile.
A comienzos de la década del 80, en medio de sendas protestas contra el régimen militar, Frei se había convertido en una de las voces más incómodas para Pinochet. De hecho, en un masivo mitin en el Teatro Caupolicán, en pleno centro de Santiago en 1980, el exmandatario denunció las irregularidades de la consulta que convocó Pinochet para reformar la Constitución.
Tanto en ese momento como ahora, Frei era recordado como uno de los presidentes más trascendentes que tuvo el país, por los cambios sociales que se llevaron a cabo en su gestión, como la reforma agraria.
“Chile avanza en verdad sobre el pasado”, comentó a través de su cuenta en Twitter la presidenta Michelle Bachelet. “La justicia está llegando a quienes asesinaron al presidente Frei Montalva. Todo mi afecto a la familia”.
La resolución judicial se conoció tras una investigación de 15 años. El expresidente Frei falleció el 22 de enero de 1982 en la clínica Santa María (privada), luego de someterse a una cirugía por una hernia.
En ese momento, la versión oficial fue que Frei murió a causa de una grave enfermedad. En ese mismo centro médico también murió en extrañas circunstancias Pablo Neruda, nobel de Literatura, poco después del golpe del 11 de septiembre de 1973.
Alejandro Madrid, juez especial para casos de derechos humanos (DD.HH.), acusó en calidad de autores por el delito de homicidio al médico Patricio Silva, al chofer de la familia e informante de la dictadura Luis Becerra y también al exagente de la DINA (Policía secreta de Pinochet) Raúl Lillo.
En calidad de cómplice también figura el médico Pedro Valdivia y como encubridores los tanatólogos Helmar Rosenberg y Sergio González, de la Universidad Católica. “La verdad llega y la justicia también debe llegar”, señaló Carmen Frei, exsenadora e hija del expresidente democratacristiano.
“Podrá haber todos los procesos que quieran, pero después de 15 años de investigación el ministro Madrid ha dicho asesinato, lo asesinaron, a Frei lo asesinaron”, señaló, por su parte, Eduardo Frei Ruiz Tagle, expresidente (1994-2000) e hijo del fallecido exmandatario.
Fue Carmen Frei la primera en denunciar que su padre había sido en realidad asesinado. “Duele mucho saber todo lo que sufrió y todos los vejámenes a su cuerpo, que ni siquiera eso respetaron”.
Esta teoría engrosó una larga investigación llevada a cabo por la periodista Mónica González, del Centro de Investigación Periodística (Ciper), publicada en 2009 y que lleva por título ‘Las huellas que dejó el magnicidio de Eduardo Frei Montalva’.
En el dictamen judicial se establece que se tiene “por suficientemente comprobado que el fallecimiento del expresidente (…) fue ocasionado por la deficiente y tardía atención médica proporcionada al momento de su reingreso a la clínica Santa María”.
Asimismo, se menciona “la factibilidad de la introducción paulatina de sustancias tóxicas no convencionales, por la aplicación de un producto farmacológico no autorizado, denominado ‘transfer factor’ y por la ocurrencia de diversas situaciones anómalas, que pudieron ser disimuladas, como inadvertencias o negligencias que paulatinamente deterioraron su sistema inmunológico y facilitaron la aparición de bacterias oportunistas (...) que resultaron ser la causa final de su muerte y dieron la apariencia que su deceso ocurrió por complicaciones derivadas de las intervenciones quirúrgicas a que fue sometido, haciendo imperceptible la intervención de terceros en su fallecimiento”.
Entrevistado por Radio Cooperativa, el expresidente Frei hijo señaló: “Ahora vendrán los procesos, las aclaraciones, las presentaciones del ministro Madrid, pero ese hecho (acusación) es lo fundamental y creo que marca un antes y un después, no solamente en el caso del presidente Frei, sino también en muchos otros casos de personas que todavía no se conoce su paradero”. (I)