Residentes israelíes en el sur piden ayuda al gobierno para evacuar sus casas
Alrededor de 400 familias israelíes han solicitado en los últimos tres días ayuda al gobierno para abandonar sus casas en zonas próximas a la frontera con Gaza, después de que el pasado viernes un niño de cuatro años muriera al ser alcanzado por un mortero, informó hoy el diario progresista Haaretz.
Según la publicación, el Ejecutivo israelí trabaja ya en la búsqueda de soluciones para estas personas a través de la Autoridad Nacional de Gestión de Emergencias del Ministerio de Defensa, para que no dependerán de oeneges o donaciones privadas, como ocurría al inicio de la ofensiva en Gaza.
Los interesados han señalado que no se trata de una evacuación permanente sino de encontrar un lugar lejos del perímetro en el que con frecuencia se registran impactos de cohetes lanzados por milicias palestinas desde la franja, precisa el diario.
"Nos han dicho que no lo llamemos evacuación, sólo un respiro, pero deberíamos llamar a las cosas por su nombre. Dejamos el kibutz ya que es imposible estar allí", explicó el representante del kibutz de Ein Hashlosha, a un kilómetro de la línea fronteriza con Gaza.
La autoridad competente comenzó el traslado de diez familias a hostales o instalaciones de la Asociación para el Bienestar de los Soldados y se espera que durante la jornada el resto de demandantes, hasta un total de 400 familias, también sean evacuadas.
El rotativo explicó que en la actualidad tan solo un 30 por ciento de los residentes de la zona permanecen en el área, porcentaje que aumenta hasta el 80 por ciento en las zonas fuera del alcance de los morteros.
Desde el pasado 8 de julio, cuando el Ejército israelí inició la ofensiva militar contra la Franja, dos civiles israelíes, entre ellos un menor, han muerto por el disparo de cohetes y morteros desde Gaza en un radio próximo a la zona, además de un beduino y un trabajador filipino.