El ranking de las ciudades más caras está dirigido a empresarios
París, Singapur y Hong Kong comparten el primer lugar de las ciudades más caras del mundo en la “Encuesta Mundial de Costo de Vida 2019” de la Unidad de Inteligencia de The Economist. Mientras Nueva York y Los Ángeles son las únicas urbes de América que se encuentran en el top 10 del ranking.
En contraste, Caracas y Damasco (en Siria) encabezan la lista de las ciudades más baratas, en la que también se incluye a la capital argentina, Buenos Aires.
¿Pero bajo qué criterios determinan el costo de vida de cada una de ellas? La encuesta anual evalúa el costo de más de 150 artículos que forman parte de la vida diaria, como el precio del pan en 133 ciudades del mundo.
Luego verifica si estos precios subieron o bajaron, comparándolos con el costo de vida en la ciudad de Nueva York, que se usa como punto de referencia. Posteriormente, presenta un top 10 en gran parte dominado por ciudades asiáticas y europeas.
La capital de Francia, que siempre está entre las 10 más caras desde 2003, subió este año una posición, mientras que la cuarta ciudad más cara del año pasado, Hong Kong, subió tres posiciones, lo que llevó a un empate en la cima por primera vez.
Dirigidas a empresarios
Estas listas no están diseñadas para los locales sino para empresas multinacionales que ubican o contratan a trabajadores extranjeros. “Es un tipo de herramienta para las empresas extranjeras que tienen expatriados en diferentes lugares”, dice Robert Wood, economista principal de la Economist Intelligence Unit (EIU).
Por ejemplo, si la firma decide enviar un analista a Kuala Lumpur, necesitará saber cuánto cuesta vivir allí para que el empleado reciba una justa compensación.
En esa situación, es más fácil para la empresa consultar una lista ya hecha, antes que hacer su propia investigación en el terreno. La mayoría de las empresas usa estas listas para destinar profesionales o gerentes altamente calificados que probablemente ganarán más que el salario promedio local.
Este factor juega un papel importante en la forma en que se hacen estas listas y, como resultado, qué ciudades se encuentran más arriba en el ranking.
Lo que determina su lugar en la lista depende de cuán barata o cuán cara es la canasta de bienes entre un país y otro. “Realmente no se trata de estudiar a toda la población, es realmente para una clase de ejecutivos y profesionales internacionales”, dice Vince Córdova, consultor de la firma Mercer.
Cuando Singapur lideró el ranking en 2014, el viceprimer ministro Tharman Shanmugaratnam planteó que el índice reflejaba el pretencioso estilo de vida de los extranjeros con altos ingresos.
Un grupo de académicos de la Universidad Nacional de Singapur hizo su índice distinguiendo entre el costo de vida de los extranjeros que viven ahí y la población local.
Las conclusiones arrojaron que para los expatriados la ciudad queda en el cuarto lugar del ranking y para los residentes comunes, queda en el lugar 48.
Una de las mayores diferencias entre los dos índices tuvo que ver con la transportación. En una ciudad pequeña con transporte público a bajo costo y con taxis a un precio bastante competitivo, es razonable desplazarse sin un auto.
David Shen, un singapurense que trabaja en mercadeo, quedó sorprendido con el alto costo del transporte en Australia cuando viajó por negocios.
“Si toma un taxi o un Uber en Australia es realmente caro”, dice Shen. El transporte en Singapur tiene un valor razonable. Muchos expatriados terminan ahorrando dinero al desplazarse en la ciudad”, indicó Tim McDonald, de la BBC.
La categoría comida también es controvertida. Se puede pagar cientos de dólares por una comida sofisticada, en especial si incluye vino. Pero al mismo tiempo, se puede almorzar por $ 4, incluso la ciudad tiene la comida más barata del mundo en un restaurante con estrellas Michelín. (I)