Singapur ejecutó a un hombre que estaba condenado por ser cómplice en el tráfico de un kilo de marihuana, según reportan agencias internacionales de información.

"Al singapurense Tangaraju Suppiah, de 46 años, se le ha ejecutado hoy la pena capital en el complejo penitenciario de Changi", dijo un portavoz del servicio de prisiones del país.

En 2017 se condenó al hombre bajo la acusación de “conspiración de tráfico” de 1.017 gramos desde Malasia. En Singapur, basta traficar 500 gramos de droga para ser condenado a la pena de muerte.

Un día antes de la ejecución, la Oficina de Derechos Humanos pidió a las autoridades de Singapur que “reconsideren de forma urgente” la ejecución del hombre de 46 años de edad.

Según el portal de noticias RT, “Por su parte, el Ministerio de Interior del país respondió el martes que la culpabilidad del reo había sido demostrada "más allá de cualquier duda razonable". Señaló que dos teléfonos móviles, que según la Fiscalía pertenecían a Tangaraju, fueron usados para coordinar la entrega de los narcóticos”.