En su paso por las ciudades de Chillán y Linares fueron bloqueados
Protesta de camioneros recorre 726 km en Chile
Literalmente, se trata de una protesta de alto tonelaje. En un hecho inédito, 13 camiones iniciaron el lunes un largo viaje desde el sur de Chile hasta el centro del país, para denunciar las constantes quemas a sus vehículos mediante ataques incendiarios, en la IX Región de la Araucanía, epicentro del llamado conflicto mapuche.
La idea del gremio de los camioneros es llegar hoy (jueves) hasta La Moneda, para mostrar su indignación con la situación que han vivido en los últimos años: 132 camiones quemados en el sur del país desde 2006 a la fecha. De hecho, la larga fila de vehículos lleva una carga ‘especial’: varios vehículos quemados.
Los camiones partieron el lunes desde la Araucanía y ayer tramitaban los permisos con la intendencia de Santiago para que los autorice a ingresar al centro de la ciudad. Lo que ellos quieren es estacionarse frente a La Moneda. Todo el trayecto les tomará casi 4 días. En total recorrerán 726 kilómetros. En su camino hacia Santiago, los camioneros han recibido muestras de apoyo, pero también recibieron piedras cuando pasaron por la carretera frente a una zona mapuche, en los alrededores de Ercilla.
Para este gremio, su caravana hasta La Moneda no ha sido fácil. En su paso por las ciudades de Chillán y Linares denunciaron que fueron bloqueados por ciertas ordenanzas locales e incluso por Carabineros (Policía chilena). De todos modos, los camioneros han insistido en su mensaje: más seguridad para la región de la Araucanía. “Estamos viajando con varios camiones quemados para que la presidenta Bachelet sepa que en la región de la Araucanía hay terrorismo”, afirmó José Villagrán, uno de los directivos de la Confederación Nacional de Transportes de Carga (CNTC).
“En democracia todo el mundo se puede expresar. Así que el intendente no se puede negar a autorizar la marcha. No queremos hacer daño a nadie, ni a la propiedad privada ni pública”, agregó. La marcha de los camioneros ha generado una fuerte controversia, entre quienes los ven como meros representantes de un poderoso gremio y entre quienes rechazan la violencia en la Araucanía mediante la quema de camiones o de casas patronales. Los mapuches, por su parte, estiman que ellos solo están defendiendo las tierras que alguna vez les pertenecieron.
Como sea, la particular protesta de los camioneros revela que el conflicto mapuche en el sur de Chile está lejos de solucionarse y ha sido una tarea pendiente de todos los últimos gobiernos. Solo este año los atentados con violencia han crecido a una tasa de 43%. En agosto han sido quemados ocho camiones. Además, la IX Región es una de las más pobres del país, con un 7,8% de desempleo (6,5% es el promedio a nivel nacional).
En medio de esta tensión, el Gobierno le pidió el martes la renuncia al intendente de la Araucanía (jefe regional), Francisco Huenchumilla, quien tenía previsto presentar el fin de semana una propuesta para esta región. Tras su abrupta salida, Huenchumilla dijo: “El Gobierno no quiere dialogar con los camioneros ni los mapuches. No lo quiere hacer con nadie”.
La propuesta del exintendente tenía dos ejes: el reconocimiento de Chile como un Estado Plurinacional y la devolución de tierras. “Si el país quiere resolver el conflicto de la Araucanía debe reconocer que Chile está compuesto por numerosos pueblos; por ende, debe cambiar la estructura de su Estado y adquirir carácter de plurinacional”, manifestó el exintendente, una figura muy conocida en el país.
Huenchumilla también planteó que los pueblos originarios deben tener representación política en el Congreso. “Lo que proponemos es que sean 10 diputados, siete para el pueblo mapuche, uno para el pueblo Rapa Nui y dos para el resto de los pueblos originarios. Y en el Senado que existan tres representantes”. “En 100 años nadie ha dado una propuesta de solución”, concluyó. (I)
DATOS
El inicio del conflicto del pueblo mapuche con el Estado chileno se remonta a fines del siglo XIX, cuando se promulgó una ley cuyo objetivo consistía en radicar a los pueblos indígenas en territorios delimitados, para poder disponer de la mayor parte de la tierra y realizar la colonización del sur, por parte de la población nacional y extranjera.
Esta situación fue revertida más tarde, durante el gobierno de Patricio Aylwin (1990-1994), con la aprobación de la Ley Indígena, creándose el concepto de defensa del patrimonio territorial, por ser pueblos que serían dueños de tierras ancestrales.
Ahora el objetivo de los dirigentes mapuches es el reconocimiento de su pueblo y la devolución de aquellas tierras que le fueron despojadas.