Posible juicio por la coronación de futuro soberano británico
La casa real británica, una de las más antiguas de Europa y que en las últimas décadas se vio sumida en fuertes escándalos y polémicas, enfrenta ahora una demanda judicial sin precedentes contra la coronación cristiana de futuros monarcas, un ataque al símbolo más poderoso de la unión entre la Iglesia y el Estado.
La Sociedad Secular Nacional de Gran Bretaña (NSS, por sus siglas en inglés) instruyó a sus abogados para que investiguen una eventual demanda al antiguo rito religioso llevado a cabo en la abadía de Westminster, en el centro de Londres, en base a la legislación de derechos humanos.
Bajo el llamado Act of Settlement (1701) y tras el cisma anglicano del siglo XVI, la corona británica sigue reservada a las personas “en comunión” con la Iglesia Anglicana de Inglaterra, lo que excluye a los creyentes de otras religiones y a los no creyentes.
De hecho, la reina Isabel II, además de ser jefa de Estado del Reino Unido y las colonias británicas, es jefa suprema del anglicanismo y “defensora de la fe”. Todo ello podría cambiar si los grupos seculares ganan una eventual demanda en el Alto Tribunal de Londres.
Keith Porteous Wood, director ejecutivo de la NSS, afirmó que Gran Bretaña “ha cambiado profundamente desde la última coronación (en 1953)” y por ende “es necesario que se establezca una ceremonia de investidura real para el próximo o próxima jefa de Estado, del cual todos se sienten representados, creyentes y no creyentes”.
“Una ceremonia no religiosa permite a todos sentirse igualmente valorados, y no hay razón por la que dicha coronación carezca de pompa o color, simplemente porque no es religiosa, del mismo modo que ocurre con ceremonias oficiales en Francia o Estados Unidos”, agregó.
“Ya no es más apropiado coronar a un monarca en un servicio religioso de una religión (anglicanismo) de la cual menos del 2% de la población profesa un domingo promedio en la Iglesia”, continuó Wood.
Los influyentes bufetes de abogados Leigh Day y Matrix, ambos que se dedican a temas de derechos humanos, comenzaron a investigar una demanda. La NSS espera que el desafío se enfoque en el artículo 9 de la Convención Europea de Derechos Humanos, al considerar que permitir que la Iglesia de Inglaterra esté a cargo de dicha ceremonia de coronación limita los derechos de conciencia de muchas personas que no creen en ninguna religión, como también en el artículo 14 de esa convención, que prohíbe la discriminación de cualquier tipo.
Arun Arora, director de comunicaciones de la Iglesia de Inglaterra, consideró la posible demanda como una “fallida campaña de publicidad”.
“Está plagada de malos entendidos y confusión. Invocar la ley de derechos humanos amenaza la percepción de leyes claves por razones partisanas”, consideró el vocero eclesiástico.
“Politizar la coronación real de esta forma es un acto erróneo y mal pensado de parte de un grupo de campaña que cuenta con menos de 10.000 miembros”, agregó Arora.
El servicio de coronación no confiere poder alguno, ya que el nuevo monarca se convierte en rey o reina de Inglaterra en el momento que su predecesor muere, y no hay ley alguna que requiera la coronación, sino que es una simple tradición de siglos, explicó la NSS.
La Ley de Juramento por Coronación (1688) estipulaba ciertos elementos de la ceremonia, pero no que se lleve a cabo de forma obligatoria, agrega el grupo secular. “Este juramento sugiere que el monarca es la persona con menos libertad de religión del reino, incluso aunque la reina ni su hijo, el príncipe Carlos se quejen de esto”, destacó Porteous Wood.
Para la NSS, es “muy criticable” que Carlos se convierta algún día en “defensor de la fe anglicana”. “Es como decir que a él no le importa la mitad de la población británica que no es religiosa o no tiene interés alguno por la religión. Gran Bretaña se ha convertido en el último país de importancia en contar con una coronación religiosa.
En ese sentido, afirmó que más allá de que el rey o la reina de Inglaterra sean muy devotos “la ceremonia de coronación no es para ellos, sino para el país entero”. “Y nuestro país se está convirtiendo en una nación cada vez menos y menos religiosa, especialmente entre los jóvenes”, concluyó.
En tanto, una fuente de la Iglesia Anglicana indicó al periódico inglés Sunday Times que si el grupo secular gana su demanda en la Corte londinense para que se retire la parte religiosa de la ceremonia de coronación, “esto no llevará a la ruptura de la Iglesia de Inglaterra, pero le dará un duro golpe a la religión cristiana”.
También admitió que “acelerará la remoción de muchos de los vestigios que quedan de la Iglesia en ceremonias públicas en el Reino Unido, como ciertas plegarias en el Parlamento y en reuniones con consejos de ministros”.