Chile jugó dos partidos el domingo. El primero en San Petersburgo, donde la selección de fútbol perdió ante Alemania (1-0) la final de la Copa Confederaciones, y otro en el ámbito estrictamente político, con la realización de las elecciones primarias presidenciales en las que dos conglomerados políticos eligieron a sus candidatos para los comicios generales de noviembre.

Aunque se esperaba una sorpresa, por la derecha resultó ganador el expresidente Sebastián Piñera (2010-2014), mientras que por el Frente Amplio, un nuevo partido de izquierda, fue electa la periodista Beatriz Sánchez.

Como en otras ‘elecciones internas’ los chilenos acudieron a las urnas para elegir a los candidatos presidenciales de Chile Vamos, la oposición de derecha a Bachelet y también del Frente Amplio, la oposición de izquierda al gobierno de la presidenta socialista.

En estas primarias no participó la Nueva Mayoría de Bachelet, ya que presentará a dos candidatos a la primera vuelta de noviembre, el periodista Alejandro Guillier y la demócrata-cristiana Carolina Goic, hecho que le ha valido críticas.

Con el 99,9% escrutado, Piñera se impuso en las primarias de su conglomerado con el 58% al senador Manuel José Ossandón (26%), mientras que el diputado Felipe Kast obtuvo el 15%.

En el Frente Amplio, Beatriz Sánchez ganó con un cómodo 67%, mientras que el sociólogo Alberto Mayol logró 32%. Las primarias no solo son un proceso clave para la definición de los candidatos presidenciales, sino que suelen ser el más importante termómetro electoral previamente a unos comicios generales.

Aunque se esperaba que por la Copa Confederaciones disminuyera considerablemente el número de votantes, finalmente acudieron a las urnas 1,8 millones de chilenos, una cifra considerada alta, aunque en las primarias de 2013 votaron 2,9 millones de personas. Por eso, días antes de las elecciones del domingo, Piñera bajó las expectativas y dijo conformarse con entre 600.000 y 800.000 votantes, mientras que el Frente Amplio dijo que menos de 300.000 votos sería un fracaso.

En cuanto al número de votantes, la derecha de Chile Vamos logró 1,4 millones de votos, mientras que el Frente Amplio obtuvo 327.000. Así, 8 de cada 10 chilenos que acudieron a las urnas votaron por la derecha, mientras que dos, por la izquierda.

En Chile, bajo la nueva ley electoral que entró en vigor por primera vez en 2012, el voto es voluntario, hecho que ha provocado altos niveles de abstención en todos los procesos electorales desde ese año. Por eso también es que el domingo se esperaba una baja afluencia de votantes, considerando -además- que muchas familias prefirieron ver el partido de la Roja.

De todos modos hubo críticas contra el Servicio Electoral (Servel), ya que durante la hora previa al partido de la selección chilena (13:00 hora de Santiago) se produjeron aglomeraciones en las urnas.

En el plano más político, con estos resultados, Piñera consolida su favoritismo de cara a las elecciones de noviembre, aunque deberá derrotar a Guillier, quien marcha segundo en las encuestas.

Sin embargo, de manera inesperada hasta hace algunos meses, Beatriz Sánchez también ha logrado convertirse en alternativa, aunque se esperaba que el Frente Amplio obtuviera una mayor votación. Por eso, por ahora, nada está dicho. (I)