El presidente de México, Enrique Peña Nieto, entregó ayer al Congreso de su país un proyecto de reforma energética que ha causado polémica ya que permitiría la inversión privada en área de hidrocarburos, especialmente en la petrolera Pemex.

“Con la reforma que estamos presentando haremos del sector energético uno de los motores más poderosos de la economía nacional”, dijo el mandatario en un acto al que faltaron los líderes de la oposición. El conservador Acción Nacional no acudió por diferencias con el gobierno y el izquierdista Partido de la Revolución Democrática porque se opone a reformar la Constitución.

El mandatario explicó que la iniciativa comprende una “transformación profunda” en el sector energético, y que  requiere reformar los artículos 27 y 28 de la Constitución para permitir la inversión privada en la Petrolera mexicana.

La pretensión es elevar la producción de crudo de los 2,5 millones de barriles diarios a 3 millones en 2018 y en materia de gas pretende pasar de producir 5.700 millones de pies cúbicos diarios a 8.000 millones en 2018. (EFE)