Más de 100.000 personas marcharon ayer  por las calles de Santiago para exigir una mejora en la educación pública de Chile, en una de las mayores protestas de los últimos 20 años, que culminó con 13 detenidos y violentos choques con la Policía.

Los manifestantes se reunieron temprano en la céntrica Plaza Italia y marcharon al Ministerio de Educación y el palacio presidencial   La Moneda, cubriendo en su trayecto decenas de cuadras de la avenida Alameda, en una marcha pacífica que en sus últimas horas derivó en actos aislados de vandalismo y enfrentamientos con la Policía.

Los organizadores estimaron la convocatoria en más de 200.000 personas, mientras que los medios locales cifraron en cerca de 100.000 los asistentes.

Las autoridades, en tanto, no habían entregado un balance oficial. “Esto ha sido histórico, desde la vuelta a la democracia no se había visto algo así, comentó Giorgio Jackson, líder estudiantil. “Esperamos que las autoridades estén a la altura del desafío que implica hoy en día recuperar un sistema público de educación. Hasta ahora no hemos visto alguna medida transformadora  y por lo tanto va a seguir la presión ciudadana", agregó.