Miles de estudiantes desafían al Gobierno
Los estudiantes chilenos volvieron a marchar, por tercera vez, para exigir el fortalecimiento de la educación pública y desafiaron al Gobierno al pasar por el Palacio La Moneda, pese a que estaba prohibido. La protesta generó enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes.
La marcha fue convocada 10 días después de que el presidente Sebastián Piñera propusiera un “Gran Acuerdo Nacional de Educación”, que incluye un fondo de $ 4.000 millones, pero no plantea una reforma profunda al sistema, como anhelan los jóvenes.
Por ello, todos se manifestaron para que se refuerce la educación, en un país que prevé un crecimiento de más del 6% para este año, pero donde el Estado tiene un rol secundario en el sistema educativo heredado de la dictadura de Pinochet, que redujo a menos de la mitad el aporte público a la educación.
Los estudiantes aseguran que el Estado chileno destina solo el 0,4% del Producto Interior Bruto a educación superior, frente a entre el 6 y 7% recomendado por la Unesco. El líder estudiantil, Giorgio Jackson, afirma que la confianza con el Gobierno “está rota”.
Así, por tercera vez en menos de un mes, miles de estudiantes, profesores, padres y niños coparon varias cuadras de la avenida Alameda, en una festiva y colorida manifestación, que por momentos se asemejó a un gran carnaval, pero que terminó en incidentes con miembros de seguridad. Según el último balance policial, 32 policías resultaron heridos, dos de ellos de gravedad, y 54 detenidos.
De acuerdo con las autoridades, la marcha reunió a unas 30 mil personas, aunque los organizadores cifraron en más de 80 mil el número de asistentes. Las marchas se replicaron en otras ciudades, como Valparaíso, Osorno, Puerto Montt, Concepción, La Serena y Antofagasta.
A diferencia de las protestas del 14 y 30 de junio -que reunieron a más de 80.000 personas- los organizadores no contaban esta vez con la autorización oficial para pasar frente al palacio de Gobierno, aunque gozaban de un permiso para marchar por otra parte de la principal avenida de Santiago.
Pero en abierto desafío al régimen, los dirigentes de la Confederación de Trabajadores de Chile (Confech) y del Colegio de Profesores convocaron a los manifestantes a reunirse otra vez en la Plaza Italia y avanzar de oeste a este por la principal avenida de Santiago.
Luego de ello, bien avanzada la marcha, cuando miles se encontraban en las afueras del palacio presidencial, se registraron los enfrentamientos entre estudiantes y la Policía, que usó gases lacrimógenos y chorros de agua para disolver a los manifestantes, que a su vez repelieron los ataques con piedras, palos y proyectiles de pintura.
“Los estudiantes tienen que comprender que la calle no es solo de ellos”, replicó la vocera oficial del Ejecutivo, Ena von Baer.