Marcha estudiantil pierde fuerza
Tras cuatro meses de protestas que lograron remecer a la sociedad chilena e instalar el debate sobre la educación pública, el movimiento estudiantil parece perder fuerza a la espera de que el Gobierno responda si acepta sus exigencias para establecer una mesa de diálogo.
Una nueva marcha que fue convocada ayer, en el centro de Santiago, reunió a unos 6.000 manifestantes de acuerdo a la Policía y 15.000 según sus organizadores, muy por debajo de las convocatorias anteriores que bordearon los 100.000 asistentes, siendo de las más masivas de las últimas dos décadas.
La manifestación fue convocada la víspera por la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) y avanzó de forma pacífica por la céntrica avenida Alameda, desviándose hacia al sur antes de llegar al palacio de La Moneda.
A la marcha asistieron, no obstante, menos familias y también hubo un menor número de los actos artísticos que
coparon las marchas anteriores, constató la AFP. Sin embargo, al igual que en las otras manifestaciones, se registraron enfrentamientos entre los estudiantes y la Policía, que recurrió a tirar chorros de agua y gas lacrimógeno para disolver la protesta tras finalizar el horario autorizado.
“La marcha es básicamente para decir que seguimos presentes, que las demandas no han cambiado y que no hay respuesta”, señaló el dirigente estudiantil Cristóbal Lagos. AFP