El presidente francés, Emmanuel Macron, presentará el martes 26 de mayo de 2020 un plan de rescate para el sector del automóvil, golpeado con fuerza por la crisis de la covid-19, adelantaron el domingo 24 de mayo medios de prensa.

Según los diarios Le Figaro y Le Parisien, la iniciativa incluiría el estímulo a la compra de vehículos y a la producción de automóviles eléctricos, a los que se atribuyen ventajas ecológicas, cuestionadas por no pocos.

El plan debía ser lanzado por el ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, pero las fuentes aseguran que sería el jefe de Estado, para un sector que en abril sufrió una caída del 88,9 % de las ventas, respecto a idéntico mes de 2019.

La intención de Renault de cerrar varias fábricas, divulgada en los últimos días por la prensa, es considerada una clara señal de la fragilidad del ámbito automotor en Francia y de su componente más vulnerable: los trabajadores.

Sindicatos y fuerzas políticas progresistas han llamado al gobierno a evitar despidos masivos en el sector y a buscar soluciones a largo plazo.

El viernes, la sección en Renault de la Confederación General del Trabajo de Francia (CGT) acusó al gobierno de subordinarse a intereses patronales, ante reportes de que el constructor automovilístico planea el cierre de varias fábricas.

"Estas declaraciones no dicen nada. Él está formateado en el software patronal clásico, por lo que es incapaz de escuchar lo que no venga de los representantes de los accionistas", afirmó el delegado sindical Fabien Gache, tras las declaraciones del ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, sobre el tema.

Le Maire señaló el propio viernes que aún no ha firmado un rescate gubernamental por cinco mil millones de euros para Renault, empresa a la cual puso como condiciones la producción de vehículos eléctricos, el respecto a sus subcontratistas y la ubicación en Francia de las operaciones tecnológicamente más avanzadas.

Para la CGT, la postura oficial conduce a que solo se fabriquen grandes automóviles eléctricos, para su venta de entre 40 mil y 70 mil euros.

"Estos vehículos serían destinados a una pequeña parte de la población francesa, y no resolverían la problemática ambiental, cuando se debería orientar la producción hacia un modelo popular, para responder a las necesidades de empleo, las actividades industriales y la protección ambiental", dijo Gache a la cadena Franceinfo.

Según el dirigente sindical, Le Maire valida la relocalización de sitios de Renault, después de que en los últimos años se perdieran 120 mil empleos directos en el sector de la construcción de automóviles. (I)