“Vamos a prepararnos para volver a gobernar en 2018”, expresó ayer el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, en el congreso nacional del Partido de los Trabajadores (PT), que sesiona en Brasilia y que apunta a generar nuevos lazos con la sociedad para reconstruir su proyecto político a partir del próximo año.

Favorito en las encuestas, pero procesado en cinco causas que lo pueden inhabilitar para ser candidato en 2018, Lula fue aclamado por los delegados del sexto congreso nacional del PT como aspirante natural a disputar las elecciones. Mientras se derrite el gobierno de Michel Temer, perdiendo aliados y con la acusación del fiscal general, Rodrigo Janot, de corrupción y obstrucción de la justicia, el PT busca su destino luego de que fuera golpeado por la detención de sus dirigentes por corrupción en la operación Lava Jato.

“Estamos aquí para mostrar que si la élite no sabe resolver el problema del país, nosotros probamos que sabemos, ya lo hicimos y lo volveremos a hacer. Tenemos que enfrentar a los enemigos de clase que quieren destruirnos”, indicó el expresidente que gobernó entre 2003 y 2010. En un mitin que se extendió hasta entrada la madrugada de ayer.

Lula dijo a los delegados que si no quieren depender de la derecha en el Congreso para llevar adelante un eventual gobierno es necesario trabajar en todos los distritos para generar mayoría en la Cámara de Diputados y el Senado. El Congreso está actualmente controlado por una base que respalda a Temer y su plan de ajuste neoliberal, aunque cada vez con menos énfasis por cuestiones poíticas y jurídicas.

“Si no elegimos a nuestros diputados, debemos hacer alianzas. Para nosotros, 2018 está cerca, ya comenzó, ellos tienen miedo de una elección y nosotros, no. Si la izquierda presenta un programa posible tengo la seguridad de que volveremos a gobernar el país”, afirmó el expresidente, fundador del PT.

Al lado estaba su sucesora, Dilma Rousseff, destituida el año pasado con apoyo de su vicepresidente, Temer. El partido de Temer, el PMDB, es el más grande de Brasil y el fiel de la balanza parlamentaria.

El congreso del PT elegirá hoy a la senadora Gleisi Hoffman, exjefa de gabinete de Rousseff, como nueva presidenta en reemplazo del saliente Rui Falcao, titular de la fuerza que enfrentó el temporal de Lava Jato. En la causa del escándalo que conmueve a Brasil y América Latina están detenidos Joao Vaccari, extesorero del PT, y José Dirceu (prisión domiciliaria) y Antonio Palocci, exjefes de gabinete.

“Nosotros -dijo Hoffman ante una consulta de EL TELÉGRAFO- no participaremos de una elección indirecta, la rechazamos y nadie está autorizado a negociar en nombre del PT ni de Lula al posible sucesor de Temer elegido por el Congreso. La solución pasa por elecciones directas, más allá de Lula y de los nombres. El país necesita recuperar la estabilidad democrática y salir de este estado excepcional producto de un golpe”.

Los delegados del Congreso gritaban “Fuera Temer” y pedían la convocatoria inmediata de elecciones directas para escoger un nuevo mandatario, a pesar de que no está previsto en la Constitución en caso de que caiga o renuncie el actual presidente. Para elecciones directas antes de octubre de 2018 es necesario modificar la Constitución.

Si bien Lula no habló directamente de ser candidato, existe en el partido una tendencia a aliarse con los partidos que fueron fieles a Dilma el año pasado en el juicio político. Un frente de izquierda que puede incluir a Ciro Gomes, exministro y exalcalde de Fortaleza, que es el candidato presidencial del Partido Democrático Laborista (PDT).

Lula dijo a la militancia que no se preocupe por su situación judicial, con cargos de corrupción. “Ya demostré mi inocencia, ahora que ellos demuestren mi culpa. De eso me ocupo yo. Son temas personales”.

Durante el acto, la expresidenta Rousseff denunció a su exvicepresidente, Temer, y al gobierno que formó luego de derrocarla, golpe dijo ella, por intentar cambiar la ley jubilatoria. “La reforma es parte de un proyecto que perdió cuatro elecciones seguidas contra nosotros y que ahora busca terminar con la protección legal al trabajador”.

Agregó que parte del Poder Judicial “tiene pensamiento neoliberal” y por eso respalda las reformas que apoya Temer, al mismo tiempo que “criminaliza al PT”. (I)

DATOS

El Congreso está controlado por una base que respalda a Temer y su plan de ajuste neoliberal.

El PT resultó severamente dañado por las investigaciones de desvíos multimillonarios de la estatal Petrobras y fue barrido en las elecciones municipales de 2016.

Un estudio publicado en abril por Datafolha mostró que el 30% del electorado votaría por él en una primera vuelta, el doble de su perseguidor más inmediato. Y que solo dos candidatos lo superarían, con poco margen en la segunda.

Michel Temer, exvicepresidente de Rousseff, lucha por conservar su cargo luego de que un empresario que actuaba coordinadamente con la Policía lo grabara durante una conversación acerca de la supuesta compra del silencio de un exdiputado preso y sobre sobornos a fiscales de la República, que lo llevaron a dar el golpe de Estado que lo ubicó como presidente de Brasil. (I)