Ha sido un tema de un particular interés ciudadano. En enero de 2015, el gobierno de Michelle Bachelet informó que Chile mantendría el horario de verano durante todo el año y hasta 2017, con el objetivo de generar un ahorro energético, mejorar la calidad de vida y prolongar la luz del día para disminuir la delincuencia. Pero con el correr de los meses, este cambio generó una serie de trastornos entre los chilenos, ya que en los meses de invierno recién amanecía a las 08:00, cuando los escolares ya se encontraban en sus colegios.

La permanencia del horario de verano instaló un debate entre especialistas del sueño, que consideraron que la medida no iba en la línea del ‘horario biológico’ y además porque el país quedó con una diferencia de hasta dos horas con sus países vecinos como Perú, Bolivia y Argentina. Tanta fue la polémica y los reclamos ciudadanos que esta semana el gobierno echó marcha atrás y anunció que repondrá el horario de invierno –es decir que amanece y se oscurece más temprano- pero solo por 3 meses. Esto, con la idea de que levantarse con luz es más saludable, ya que el horario de invierno se considera antifisiológico.

Pero la controversia no quedó ahí, ya que la reposición del antiguo horario representa un cambio de postura de una medida que el gobierno llevaba defendiendo durante meses. Al mismo tiempo, ahora muchos chilenos se quejan de que la iniciativa durará solo por 3 meses y que una vez que se acostumbren a aquello volverá a cambiar todo.  
Desde 1970 en adelante, en Chile han existido dos tipos de husos horarios, el de invierno a partir de marzo y el de verano desde octubre. En Chile los meses de verano van de diciembre a marzo y los de invierno de junio a agosto. Pero todo cambió en 2015, cuando las familias comenzaron a darse cuenta de que con la imposición del horario de verano debían viajar de noche para trasladar a sus niños a las escuelas y que éstos comenzaban sus clases sin luz solar, todo un trastorno, según los especialistas. Ahora, con el cambio anunciado por el gobierno, amanecerá más temprano, pero el 15 de agosto se volverá a cambiar la hora.

“Esto no fue una discusión ideológica. Esta es una decisión ciudadana”, anunció el ministro de Energía, Máximo Pacheco, al referirse al regreso del horario de invierno. En realidad la prolongación del horario de verano comenzó tras el devastador terremoto de 2010, pero se mantuvo como ley a partir de 2015. Si bien muchos países tienen dos husos horarios, ocurre que Chile es un país muy largo, lo que provoca trastornos en las zonas más extremas, especialmente en el sur. De hecho, una encuesta realizada a mediados del año pasado arrojó que el 60% se decanta más por el horario de invierno.

La controversia respecto a los cambios de hora en Chile han ido incluso más allá. El ausentismo escolar en los meses de invierno aumentó por primera vez en los últimos 3 años a causa de la mantención del horario de verano. La prensa local publicó conmovedoras imágenes de niños llegando a sus escuelas de noche, entre las 07:00 y 08:00 de la mañana, cuando lo normal es que a esa hora ya haya luz. Así, el ausentismo escolar, subió de 17% en 2014 a 19% en 2015.

También, de acuerdo con cifras oficiales, con el horario de verano hubo un aumento de atropellos durante la mañana, de 14% a 16% en 2015, por la falta de luz solar. Cuando el gobierno defendió la mantención del horario de verano, señaló que se había registrado alrededor de 1% de ahorro energético y la disminución de un 2,4% en el registro delictivo.

Pero los problemas no han terminado con el anuncio del regreso del horario de invierno por 91 días. Esto, porque el nuevo cambio de hora ha obligado a reprogramar más de 5 mil vuelos internacionales de la compañía LAN, lo que afectará a 550.000 pasajeros que compraron tiques con rutas internacionales, entre el 14 de mayo y el 13 de agosto. Todo por un asunto de hora. (I)