Cientos de familias campesinas ingresaron nuevamente a terrenos que reclaman en el departamento paraguayo de Canindeyú, donde se mantiene la tensión por el incumplimiento del gobierno de entregarles las tierras.

La ocupación, que constituyó el cumplimiento de una advertencia hecha al Ejecutivo por los labriegos, se desarrolla en tierras aledañas a la llamada finca 470, parte del área reclamada inicialmente y en la cual residen indígenas de la etnia aché.

Los campesinos entraron primero a la finca, pero después optaron por materializar la ocupación de otro terreno cercano, evitando así un enfrentamiento con los indígenas.

Una gran movilización policial se mantiene en la zona y la fiscalía regional negocia con los ocupantes, hasta ahora sin éxito, para evitar un desalojo violento.

El reclamo de los sin tierras se debe a que el ministro del Interior, Carmelo Caballero, había prometido satisfacer sus demandas en un plazo que venció el pasado 8 de octubre, promesa que no se ha cumplido.